El fotógrafo cubano, de 39 años, se dedicó a reelaborar los conceptos de belleza, cuerpo y género en su obra.
MIAMI, Estados Unidos. – El fotógrafo cubano Kenny Lemes, de 39 años, fue hallado muerto en su casa, en Buenos Aires, Argentina, en la noche de este miércoles. Amigos y allegados del artista confirmaron a CubaNet que Lemes, un joven creador dedicado a reelaborar los conceptos de belleza, cuerpo y género en su obra, cometió suicidio.
Las personas consultadas, que crearon un grupo de WhatsApp para organizar una “despedida artística” este viernes, en Buenos Aires, precisaron que, en su última voluntad ―que comunicó a sus amigos más cercanos a través de correos electrónicos programados―, el fotógrafo optó por que no se celebrara un sepelio en su honor. En cambio, pidió que su cuerpo fuera cremado y sus cenizas enviadas a Cuba.
Nacido en La Habana en 1985, Lemes emigró a Argentina a los 11 años y desde entonces residió en Buenos Aires, donde desarrolló una trayectoria artística reconocida dentro del ámbito de la fotografía contemporánea. Su trabajo se caracterizaba por una exploración de la piel, el cuerpo y su relación con la identidad, el género y la performatividad. “A mí me parece que la verdad de las personas está en la piel”, expresó en una entrevista con CubaNet, en 2023. Para él, la fotografía no revelaba el alma ni la esencia de una persona, sino que era un acto de representación: “Nadie puede retratar la esencia de nada, ni la verdad de nada porque TODO es una pose, una performance”.
Su búsqueda artística lo llevó a desarrollar una obra marcada por la representación de cuerpos diversos, muchas veces atravesados por el dolor y la marginalidad. “Me gusta la gente que parece estar en medio de una tormenta. Y que parece tener historia”, afirmó en la misma entrevista. Su trabajo visual solía detenerse en detalles que generaban preguntas: “Me gusta la imagen que abre preguntas, y genera misterios, dudas, cuchicheos: ‘Mira, tiene la pierna lastimada; mira ese tatuaje; mira lo que está haciendo. ¿Es mujer o es hombre? ¿Es trans? ¿Eso es sangre? ¿De dónde salió?’”.
En 2019, Lemes viajó a Cuba con la intención de desarrollar un proyecto fotográfico centrado en la comunidad gay y trans de la Isla. Sin embargo, abandonó la idea debido a las dificultades que enfrentó para que sus sujetos aceptaran ser fotografiados. “Es muy difícil el cubano con las fotos y los que parecen yumas”, explicó. Relató que intentó retratar a dos mujeres trans en las calles de La Habana, pero ambas rechazaron la propuesta.
Pese a su declarado pesimismo, encontraba en la fotografía un refugio. “Yo no creo que mi pesimismo dependa de la fotografía, soy pesimista con respecto al mundo”, dijo a CubaNet. No obstante, veía en su arte una forma de hallar belleza en la adversidad: “La fotografía es mi manera de engañarme un poco. A mí me gusta pensar que si yo logro ver belleza en lo peor, en el dolor y en el caos… si yo puedo señalarla en mis fotos, es porque esa belleza está ahí afuera, en el mundo real”.
Lemes recibió importantes reconocimientos en Argentina. En 2021 obtuvo el segundo premio en Fotografía del Salón Nacional de Artes Visuales, mientras que en 2016 recibió una mención de honor en el Premio a las Artes Visuales del Fondo Nacional de las Artes. En 2019 fue beneficiado con una beca para estudiar en el Centro de Investigaciones Artísticas de Roberto Jacoby. Entre sus exposiciones individuales destacan la presentada en el Museo de Arte Contemporáneo de La Boca (MARCO) en 2020 y Singular fosforescencia, inaugurada en 2021 en el Centro Cultural España en Córdoba.
Su legado artístico queda marcado por una mirada singular hacia la identidad y la imagen, con un enfoque que desafiaba los cánones tradicionales de belleza y exploraba la vulnerabilidad del ser humano. “Dicen que todas las fotografías son selfis. En mi trabajo se refleja perfectamente lo que yo soy y todo lo que desearía ser y no puedo”, afirmó.
