MIAMI, Estados Unidos. – El escritor cubano Edmundo Desnoes falleció a los 93 años en Estados Unidos, informó en un escueto obituario en redes sociales el Instituto Internacional de Artivismo “Hannah Arendt” (INSTAR).
“Con un gran pesar, hemos recibido la noticia del fallecimiento de Edmundo Denoes. Con el orgullo de saberlo uno de los mejores escritores de su generación, cuya novela más reconocida sirvió de guion para una de las películas insignes del cine cubano, INSTAR se despide con respeto y profunda admiración”, publicó la organización en Facebook.
Edmundo Desnoes nació el 2 de octubre de 1930 en La Habana. Con 26 años se trasladó a Nueva York, donde estudió en dos universidades sin completar sus carreras. En la Gran Manzana, realizó varios trabajos ocasionales y posteriormente, en Venezuela, impartió clases de inglés en el Colegio América, de Caracas.
Luego de pasar un año en Venezuela, cuatro meses en un islote desierto de las Bahamas y cuatro años en Nueva York, Desnoes regresó a Cuba, convencido, según sus propias palabras, de que “nunca sería alguien fuera de su país”.
Inicialmente trabajó en el Ministerio de Educación, la Editorial Nacional de Cuba y el Instituto Cubano del Libro, colaborando también con varias publicaciones culturales de la Isla.
Desnoes publicó su primera novela, No hay problema, en 1961, donde se vislumbran referencias autobiográficas y ciertos paralelismos con su personaje más conocido, Sergio Carmona.
Más adelante, en 1965, lanzó la novela Memorias del subdesarrollo, especialmente reconocida por su adaptación cinematográfica a cargo de Tomás Gutiérrez Alea.
En la obra, que se desarrolla entre 1961 y 1962, Desnoes retrataba la alienación y los desgarramientos de un intelectual burgués que tras presenciar la demolición de su mundo por la Revolución, no logra entender el reino colectivista y proletarizado que ve conformarse ante sus ojos y que percibe ajeno, provinciano, vulgar, mugriento y lleno de peligros, incluido un bombardeo atómico.
Desnoes dejó nuevamente Cuba en 1979 y se radicó en Nueva York, de donde había partido 20 años antes. En 1981, devenido en una especie de recolector de trastos panfletarios para antologías de la literatura posterior a 1959, fue el editor de Los dispositivos en la flor: Cuba, literatura desde la Revolución. En 2003 viajó a La Habana para ser jurado del Premio Casa de las Américas.
El autor publicó Memorias del desarrollo, en 2007, cerrando el ciclo iniciado con No hay problema y ofreciendo una nueva perspectiva sobre las relaciones entre los intelectuales y el poder. El protagonista de esta obra, Edmundo, reflexiona sobre estos temas, pero a diferencia de Sergio, lo hace desde el contexto del capitalismo.La adaptación cinematográfica de Memorias del desarrollo fue realizada de manera independiente por el cineasta cubano Miguel Coyula, y ha recibido numerosos premios y reconocimientos tanto en Cuba como en el extranjero.
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