Con los puños en alto y gritando consignas, los integrantes del Contingente Energético Universitario de La Habana recibieron este miércoles una misión de las autoridades: lanzar una campaña de “detección oportuna de ilegalidades”, vigilar “residencias, entidades estatales y privadas”, y amonestar –puerta por puerta– a quienes figuran en el “listado de altos consumidores” de la capital.
La brigada, formada por miembros de la Federación Estudiantil Universitaria y la Unión de Jóvenes Comunistas, se puso a las órdenes de la Unión Eléctrica (UNE) para “transmitir un mensaje fresco” de “control energético”. En Televisión Cubana, los jóvenes se dejaron grabar entrando a hogares, examinando contadores y rellenando un minucioso registro de electrodomésticos para comprobar que el gasto “que están reportando a la Empresa Eléctrica corresponde realmente a lo que tienen en las casas”.
En su tarea, los jóvenes aseguraron que no van a esperar “indicaciones para actuar por lo que es justo”, y consideraron –en palabras de Yanara Sosa, presidenta de la FEU en la Universidad de La Habana– que están realizando un “proceso trascendental” de cuyo rigor no se librará el “sector estatal ni el residencial”.
Después del “abanderamiento” del contingente, este miércoles, sus miembros serán distribuidos por varios territorios, aunque serán supervisados por las oficinas de la UNE en la capital. Durante el pasado mes, actividades similares se han realizado en otras provincias del país, cuyas universidades también han conformado brigadas de “inspectores” estudiantiles.
La universidad villareña aspira a que el contingente protagonice un cambio radical en el consumo y define su trabajo como “preventivo” contra las ilegalidades
En el caso de la Universidad Central de Las Villas (UCLV), una de las que primero y con más entusiasmo asumió la medida, el contingente está formado por estudiantes de las carreras de Ingeniería Eléctrica y Telecomunicaciones, además de trabajadores de la UNE. Su tarea: el “levantamiento de cargas” –expresión críptica que designa el cotejo de lo que declara el consumidor y lo que paga–, prestando especial atención a los “nuevos actores económicos” o mipymes de la provincia.
La universidad villareña aspira a que el contingente protagonice un cambio radical en el consumo y define su trabajo como “preventivo” contra las ilegalidades. La medida llega en buena hora, afirmaron los directivos de la UNE, puesto que Santa Clara va a la cabeza del consumo de electricidad en el país, junto con La Habana.
Como en la capital, también en la UCLV el “abanderamiento” de la brigada tuvo tintes ideológicos, y se exhortó a sus integrantes a realizar cada inspección con la vista puesta en el beneficio que la “tarea” está prestando a la Revolución. “La universidad va a ir a ‘abrazar’ al pueblo”, dijo el decano de la Facultad de Ingeniería Eléctrica, Yunier Valeriano, para suavizar su discurso sobre el control energético.
Pese al entusiasmo del Contingente Energético, los universitarios cubanos han sido los primeros en sufrir la inestabilidad eléctrica del país. La suspensión de semanas enteras de clases, los largos apagones en las becas y las afectaciones del transporte forman parte de la rutina estudiantil en todas las provincias.
El discurso de la brigada y de la UNE es de “crisis” rotunda, pero no menciona en ningún momento que los puertos cubanos siguen recibiendo buques petroleros ni la poca transparencia del Gobierno sobre estas operaciones. Este miércoles, por ejemplo, el tanquero cubano Delsa se encontraba anclado en la terminal de la estatal mexicana Pemex, ubicada en el puerto de Pajaritos, en el estado de Veracruz. Según informó a 14ymedio el investigador de la Universidad de Texas Jorge Piñón, el buque “ya atracó en el puerto” y está listo para “cargar petróleo crudo”, que luego transportará a la Isla.
El discurso de la brigada y de la UNE es de “crisis” rotunda, pero no menciona en ningún momento que los puertos cubanos siguen recibiendo buques petroleros
El Gobierno de México se ha visto envuelto en una polémica sobre las condiciones de entregas de petróleo a Cuba, sin aclarar si se trataba de donaciones, ventas o trueque. Este martes, el subsecretario mexicano de Comercio Exterior, Alejandro Encinas, aseguró que no existe tal “relación comercial” en el área energética con Cuba. El comentario, ofrecido durante la Feria Internacional de La Habana (Fihav), contradice el trasiego de buques petroleros en los últimos meses entre ambos países.
Según datos del Instituto de Energía de la Universidad de Texas, el país norteamericano envió en octubre a la Isla unos 750.000 barriles. De marzo a septiembre, México había mandado 2,8 millones de barriles a Cuba, valorados en alrededor de 200 millones de dólares, de acuerdo con las cifras recabadas por la universidad estadounidense.
La Habana no ha aclarado nunca a dónde va este combustible y por qué no contribuye a aliviar la crisis energética del país, de la cual la UNE da parte cada día. Este miércoles, su perfil oficial de Facebook anunció que a la 1:00 pm un “disparo” de la central termoeléctrica Renté, en Santiago de Cuba, había dejado sin servicio eléctrico a esa provincia y la de Guantánamo. Hasta el momento, la electricidad solo se ha podido restablecer “paulatinamente”. El anuncio, como es habitual, provocó un aluvión de comentarios de usuarios descontentos.
Ninguno de estos argumentos, sin embargo, estará en boca de los miembros del Contingente Energético Universitario, cuya función declarada es vigilar “el cumplimiento de las medidas”, no explicar las incoherencias de la Unión Eléctrica.
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