LA HABANA, Cuba. – “Mi hija no quiere regresar a Camagüey; le tiene pánico a los apagones”, aseguró a CubaNet Inalbis Hernández Ferrin, una cubana residente en el municipio de Florida, que vino de visita a la capital con su hija de 10 años a principios de septiembre.
La mujer apuntó que la situación que se está viviendo en su provincia por los apagones y la escasez de productos básicos es “extremadamente crítica”.
“Nos meten apagones de 12 horas que provocan que se nos eche a perder toda la comida en el refrigerador, empezando por la leche de la niña”, detalló Hernández Ferrin.
Asimismo, contó que en muchas ocasiones se ha visto obligada a no enviar a su hija a la escuela porque no ha tenido nada que darle para desayunar.
“Son las malas noches, los mosquitos y, encima de eso, la comida que se te echa a perder. Es duro porque todo está caro en las mipymes. Ya simplemente decidimos no mandar a nuestros hijos a la escuela”, dijo, aludiendo también a la experiencia de otras familias camagüeyanas.
También aseguró que tras pasar los primeros días en La Habana, donde los apagones son menos frecuentes y prolongados, su hija dijo que no quería regresar a Camagüey.
“Estamos pensando seriamente en emigrar para La Habana. Aquí la situación es crítica igual que allá, pero casi no se va la corriente”, afirmó.
La entrevistada subrayó que los privilegios de los que goza la capital, aunque el país se encuentra en un contexto crítico de forma general, provocan que la mayoría de los residentes de las provincias orientales quieran establecerse en La Habana.
“No ahora que todo está malo, desde siempre La Habana ha estado mejor que el resto de las provincias, incluso por la libreta [de racionamiento] siempre han dado más productos que en las demás provincias. Para nosotros los orientales venir para La Habana es como para los habaneros ir para Miami”, aseguró.
A menudo pueden leerse en redes sociales comentarios críticos sobre la desproporción de los apagones entre La Habana y el resto de las provincias del país, donde los cortes eléctricos han sido de hasta 14 horas diarias en las últimas semanas. En la capital de la Isla, por su parte, los apagones solo han alcanzado seis horas diarias en horario diurno.
