SAN LUIS POTOSÍ, México.- La reciente ampliación de la lista de actividades prohibidas para micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), cooperativas no agropecuarias y trabajadores por cuenta propia de la Isla, que incluye la distribución del llamado “paquete semanal”, ha suscitado preocupación e indignación entre los cubanos, que encuentran en esa vía contenidos distintos de los de la televisión estatal.
El “paquete semanal”, que contribuye a la actualización cinematográfica y a la desconexión de la cruda realidad, quedó proscrito mediante el Decreto 107/2024, que entrará en vigor a partir del próximo 19 de septiembre.
En este, se detalla que, entre las actividades que quedarán prohibidas para el sector privado, se encuentra la puesta a disposición del público de productos cinematográficos, como películas, documentales, series, novelas u otras obras similares, a través de soportes informáticos.
“El único entretenimiento”
La noticia, transmitida en las redes sociales de CubaNet, dejó miles de comentarios que expresan el descontento de la población con una medida arbitraria que priva a los cubanos de esta forma de entretenimiento.
“Nos quitan el único entretenimiento entre tanto estrés”, sentenció una cubana. Todos los foristas coincidieron en que la censura del paquete dejará sin opciones a las familias que buscan en las novelas, series y películas foráneas un refugio de la realidad.
El estricto control sobre el consumo cinematográfico es contraproducente, compartieron algunos: “Eso no influye en la mente de las personas, al menos no tanto como las barbaries y necesidades que vivimos a diario. No tanto como ver el retroceso que ha tenido el país que nos inculcaron a amar. Eso es más determinante ideológicamente que unas cuantas novelas y par de noticias escandalosas que pudieran verse”, expresó un internauta.
No pocos compararon la situación cubana con la de Corea del Norte ante el aumento del control y la censura: “Esto parece un Corea del Corte porque la televisión cubana no sirve y el paquete de películas y novelas es lo único que tenemos los cubanos. Que se preocupen por darle más bienestar al pueblo”.
“Una medida antipopular”
El paquete semanal, tabla de salvación de quienes buscan evitar a toda costa la televisión estatal, es un aliciente y acabar con ello implica ir en contra de la voluntad popular.
“El único entretenimiento que tenemos los cubanos en medio de tantos problemas. Sin duda una medida antipopular”, “Ya sería lo último que nos pudiera pasar, después de tanta escasez y miseria, que tampoco uno se pueda desconectar de los problemas viendo TV”, fueron algunas de las opiniones emitidas en los comentarios.
Con cada vez menos opciones, el régimen busca aislar a los cubanos y obligarlos a consumir los pocos programas televisivos, cargados de propaganda ideológica: “Tenemos que ver obligado el NTV, Con Filo, La pupila asombrada, Desde la presidencia… no basta con todas las mentiras que tenemos que oír a diario”.
Una cubana, incluso, se preguntó: “Cómo vamos a hacer para olvidar por momentos la cantidad de problemas que tenemos? ¿Qué vamos a mirar que nos motive, al menos, a sentarnos frente a nuestro telvisor, cuando la corriente lo permita? ¿Será que no hay otras cosas en las que se pueda pensar?
En ocasiones se ha alertado que la Seguridad del Estado vigila estrechamente el contenido del paquete y sus distribuidores pero ello no ha impedido que algunas series o películas censuradas en Cuba lleguen por esta vía a los hogares.
¿Se irá para siempre el paquete?
Distribuido por medio de dispositivos USB, es la forma que inventaron los cubanos para escapar de la tediosa programación de la televisión oficialista. Paralelamente a este fenómeno han surgido varios negocios que se benefician de su existencia.
Algunas hipótesis sugieren que el paquete semanal continuará circulando, pues siempre habrá una forma de evadir las leyes y a la Seguridad del Estado.
“Es un fenómeno descentralizado, imposible de prohibir por ningún gobierno. Solo se trasladará al mercado negro, se hará más atractivo por la prohibición y subirán los precios para compensar el riesgo”, adelantó un cubano.
Aunque decenas de personas auguraron que existirán vías para burlar la censura, la mayoría coincidió en que el control será más estricto e impondrán altas multas.
“El cubano siempre encontrará una solución, esto es por gusto, además, tendrían que tumbar de verdad el Internet porque contra la tecnología nadie puede ir”, escribió una internauta.
