Las lluvias y el retraso en la siembra mantienen al tomate fuera de los mercados cienfuegueros. Esa es, al menos, la justificación ofrecida este lunes por las autoridades locales, que no dudaron en admitir que la fruta destinada al “turismo y la gastronomía especializada” se da todo el año en el clima controlado de las montañas de Guamuhaya, por lo que está garantizada. La población, no obstante, deberá esperar a febrero.
Jesús Negrín Capote, directivo de la Agricultura en la provincia, dijo a 5 de Septiembre que, pese al “desliz climatológico”, “hay mucho tomate sembrado, incluso más que en la campaña anterior”. Y, aunque se espera que la producción esté lista para el segundo y tercer mes del año, los sembrados no están a salvo del clima, que puede “jugar una mala pasada”.
Los tomates de producción privada o sacados por la “trastienda” de almacenes estatales, comienzan a aparecer de manera esporádica en los mercados
La calidad del tomate también se vió afectada por las repentinas lluvias de fin de año, reconoció Negrín Capote, ya que la siembra, programada para septiembre y octubre, se hizo con retraso.
Mientras, los tomates de producción privada o sacados por la “trastienda” de almacenes estatales, comienzan a aparecer de manera esporádica en los mercados, pero siempre “raquíticos y verdes” y a precios elevados.
“Las ventas por el Estado del producto han sido a precio único, sin tener en cuenta la calidad. Luego, tomates de segunda, tercera y cuarta se han fijado con tarifas de (…) 50 pesos la libra como si fueran de primera”, señala 5 de Septiembre.
Ante este panorama, los vendedores particulares, sabiendo que ofrecen mejores productos, no han dudado en acaparar el tomate estatal para revenderlo y situar los precios por encima de 150 pesos la libra. “En definitiva, ante la limitada presencia del tomate en los agromercados, placitas y la concurrencia estatal o del sector cooperativo y campesino queda establecida una competencia muy desleal” y las consecuencias la paga “la menguada economía de la población”, resume el diario.
El periódico propone, además, el “incremento de los controles” para evitar la “barbarie de los privados” que acaparan el producto
El periódico propone, además, el “incremento de los controles” para evitar la “barbarie de los privados” que acaparan el producto y los culpa, en última instancia, de la escasez de tomate, ya que los campesinos prefieren venderle la fruta a comerciantes y carretilleros, que la pagan a mejor precio, que al Estado.
Una nota publicada el pasado marzo por el oficialista Invasor anunciaba el derrumbe de la industria tomatera en la Isla. En comparación con 2010, el año pasado las áreas de cultivo se habían duplicado pero la cosecha había caído a la quinta parte, pasando de 21,8 toneladas por hectárea a apenas 4,1.
Dos años antes, en 2021, los productores de Sancti Spíritus, alarmados por la eminente pérdida de la cosecha, exigían al Estado que recogiera los tomates antes de que terminaran pudriéndose, pero Acopio no daba respuesta.
Junto a la falta de insumos y combustible, la desidia estatal ha provocado que uno de los productos más demandados en la mesa del cubano se sume a la lista de alimentos desaparecidos y cuyos precios se han disparado. En diciembre del pasado calendario el costo del tomate aumentó un 15,53%, de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor (IPC), publicado por la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei).
________________________
Colabora con nuestro trabajo:
El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.