LA HABANA, Cuba. – Los cubanos residentes en la Isla hemos aprendido a leer entre líneas lo que expresa la prensa oficial si queremos extraer conclusiones válidas. Si la propaganda castrista arremete con insistencia contra cualquier práctica que se lleve a cabo en otras sociedades, tratando de buscarle defectos e imperfecciones, y un buen día cesa de emitir esos improperios, ahí tenemos una señal de que esa práctica marcha bien. Un ejemplo de lo anterior lo constituyen los Tratados de Libre Comercio que varios países latinoamericanos han firmado con Estados Unidos y la Unión Europea.
Es verdad que dichos tratados no son una bendición ni están exentos de problemas para los firmantes. A menudo hay que hacer concesiones a la otra parte. Sin embargo, permiten que los principales rubros exportables de un país entren preferencialmente en otros mercados, muchas veces sin barreras arancelarias, además del acceso a nuevas tecnologías y la recepción de inversiones foráneas directas en sectores claves de la economía. Todo lo cual, sin dudas, contribuye al crecimiento económico de las naciones.
El régimen cubano siempre ha calificado los Tratados de Libre Comercio como mecanismos que tiene Estados Unidos para maniatar las economías de los países menos adelantados. Al igual que el resto de los países donde gobierna la izquierda radical, el castrismo identifica el libre comercio con las que denomina “prácticas neoliberales”, que en general le restan protagonismo al Estado en la conducción de las economías nacionales.
Así las cosas, se produce el triunfo de la candidata oficialista Claudia Sheinbaum en las elecciones presidenciales en México. La prensa oficial cubana se apresura en afirmar que el triunfo de la candidata del gubernamental partido Morena se debe a la buena gestión del mandatario saliente, Andrés Manuel López Obrador, en particular en la esfera económica.
Una información aparecida en el diario Granma da cuenta de los crecimientos que ha mantenido la economía mexicana en los últimos años. Su PIB creció 5,7% en 2021; 3,9% en 2022 y 3,2% en 2023. O sea, siempre creciendo con respecto al año precedente. Hasta ahí los datos aportados por Granma.
Sin embargo, el periódico castrista nada dice acerca de los factores que han contribuido al buen desempeño de la economía mexicana. Por supuesto, en primer plano, el Tratado de Libre Comercio (TLCAN) que el país azteca mantiene con Estados Unidos y Canadá.
Ha trascendido que las exportaciones mexicanas, mayormente a Estados Unidos, pasaron de 427.000 millones de dólares en 2017, a 549.000 millones de dólares en 2022. Dichas exportaciones se centraron en coches, ordenadores, petróleo crudo, piezas y accesorios, camiones, frutas tropicales y otras verduras.
No solo México ha firmado un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Otros países de América Latina, como República Dominicana, Chile, Panamá, Perú, Colombia, y varios de América Central, también lo han hecho.
Son realidades que el castrismo no puede ocultar, por más que insista en su planificación centralizada y en la progresiva reducción de los espacios con que cuenta el mercado en la economía cubana. Es imposible querer tapar el sol con un dedo.
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