Solo cuatro artistas han sido excarcelados luego que el gobernante Miguel Díaz Canel prometiera al Sumo Pontífice que liberaría a 553 presos, de acuerdo al registro del Observatorio Cubano de Derechos Culturales (OCDC).
“Este proceso de excarcelaciones recientes que hemos presenciado es un síntoma de debilidad del régimen cubano y esto podría resultar contradictorio si tenemos en cuenta que, al mismo tiempo, es la evidencia de abuso de poder. Pero es una contradicción aparente”, indicó a Martí Noticias Anamely Ramos, investigadora del OCDC.
La institución independiente, que vigila los derechos culturales en Cuba, confirmó que 23 artistas siguen con sentencias políticas activas y 17 de ellos continúan tras las rejas: cinco artistas visuales, 15 músicos y tres poetas.
En los últimos años el régimen ha amurallado legalmente los mecanismos de control de los artistas y el arte: uno de los más criticados el Decreto 349, regula el contenido audiovisual y requiere que los artistas obtengan aprobación estatal antes de exponer su obra.
“Creo que no solo este proceso de excarcelaciones recientes sino también la larga lista de censura y de restricción del arte independiente en Cuba a lo largo de 60 años, lo que arroja es un miedo increíble del sistema a todo poder que no esté relacionado al poder único, porque el arte evidentemente es el poder, la comunicación, la posibilidad de conectar con otros, de hablar de la realidad de las personas y de unir a la gente a partir del reconocimiento de su propia realidad. Todos esos son poderes y todos son poderes que tienen que ver con el arte”, señaló Ramos.
“Por lo tanto, lo que hace la tiranía es garantizar que solo el poder que ellos ejercen, sea el que permanezca y a la larga este proceso de abuso de poder está sustentado, está motivado en un miedo terrible a perder ese poder único y a que simplemente desaparezca. Es un régimen que tiene un profundo miedo a perder el control porque sabe que solo ejerciendo ese control de manera violenta y de manera sostenida puede estar ahí y pueden continuar vivas las personas que están detrás de todo este proceso”, agregó.
De acuerdo al Observatorio, otros tres artistas, los músicos Abel Lescay y Alejandro Guilleuma y el artista visual José Adalberto Fernández Cañizares (Pepitín) están cumpliendo sus sanciones sin internamiento.
Lescay es uno de los manifestantes del 11 de julio de 2021 y Guilleuma y Pepitin fueron apresados por su participación en las manifestaciones del barrio Vedado, a principios de octubre de 2022.
Tras el anuncio oficial del otorgamiento de libertad anticipada a más de 500 presos, PEN Internacional cuestionó que no queda claro cuáles serán los criterios para determinar quiénes integrarán la lista.
La directora para las Américas de PEN Internacional, Alicia Quiñones, precisó en conversación que el acuerdo de liberación de presos, aunque no los reconoce como políticos “confirma lo que las autoridades de Cuba no han querido aceptar a nivel de Naciones Unidas y otros mecanismos de Derechos Humanos, que es la persecución y la encarcelación de cubanos y cubanas por motivos políticos”.
“Sabemos que, en estos años, desde 2018 y más marcadamente desde 2021 a la fecha, las autoridades de Cuba han ejercido una persecución férrea en contra de los artistas, los escritores, los músicos, porque tienen un poder social bastante fuerte para transformar a la sociedad y eso lo tiene muy claro Cuba, dentro de su contexto”, agregó Quiñones en declaraciones a Martí Noticias.
“Reiteramos nuestro llamado al gobierno, a las autoridades cubanas a que cumplan con los acuerdos del Vaticano que anunciaron y que liberen a las personas que restan de toda esa lista, de ese compromiso que adquirieron y pedimos que dentro de ellas se encuentran estas voces artísticas”, dijo la directiva del PEN Internacional, al que se unieron en el llamado Conexión de Artistas en Riesgo y Civil Rights Defenders.
Entre los 17 creadores que continúan en prisión, algunos han alcanzado un amplio reconocimiento internacional como el rapero Maykel Castillo Pérez, conocido como El Osorbo, ganador de dos Premios Latin Grammy por el tema “Patria y Vida” y el artista visual Luis Manuel Otero Alcántara, distinguido con el Premio Rafto de Derechos Humanos y por la revista Time como una de las 100 personalidades más influyentes del mundo en 2021.
The Washington Oxy Day Foundation lo premió también por su valor y la Fundación Príncipe Claus lo distinguió con el Premio Impact Awards 2022.
La organización Artists at Risk Connection (ARC) dijo a nuestro medio que “la maquinaria represiva del Estado sabe muy bien que la expresión creativa puede desempeñar un papel clave en impulsar el cambio social y la justicia”.
“Por eso el gobierno ha desarrollado e implementado prácticas intimidatorias para silenciar y criminalizar a los artistas y cualquier voz crítica”, puntualizó Julie Trébault, directora ejecutiva de ARC.
Trébault se refirió, además, “a los creadores, socialmente comprometidos”, que tienen que optar por la prisión o el exilio debido a las coerciones y otras formas de represión “que intentan silenciarlos y someterlos a la narrativa oficialista”.
“En un mar de retórica y represión, el arte actúa como un faro de claridad y esperanza. Los artistas y profesionales de la cultura son los cuidadores de este faro y lo alimentan con sus pinturas, películas, performances y poesía. La creación es un acto de resistencia, una forma de liberación”, insistió la directiva.
“Ya sea desde la cárcel, desde el exilio o libres en la isla, los artistas no solo encienden en la sociedad, sino que la transforman con sus obras y sus voces. El arte y la cultura nos conecta, nos unen. El gobierno cubano sigue esforzándose por controlar y criminalizar el arte independiente, pero nunca logrará someterlo. El arte no es un delito”, recalcó.
