Un lema recorre este martes toda la prensa oficial cubana y cuentas afines al régimen a raíz del supuesto ataque, el domingo, de la Embajada de la Isla en Washington con dos cócteles molotov: #NoAlTerrorismo. Aunque Estados Unidos tachó el suceso de “inaceptable” y prefiere no especular mientras se lleva a cabo una investigación, tanto el Gobierno de Miguel Díaz-Canel como sus aliados califican de “acto terrorista”.
Varios medios de comunicación han publicado este martes imágenes captadas con CCTV (circuito cerrado de televisión), difundidas por la agencia Associated Press y aparentemente procedentes de las cámaras de la Embajada de Cuba, en las que se ve a una persona encapuchada que se agacha en la acera delante de la sede diplomática y prepara, con toda tranquilidad, lo que parecen ser dos cócteles molotov. En cierto momento, incluso, llama la atención de una mujer que pasa a su lado. Luego, el hombre camina para situarse frente a las rejas y lanza hacia el edificio las dos botellas encendidas.
La plataforma Proyecto Inventario había reclamado al Gobierno cubano la publicación de los videos del “supuesto impacto” debido a las dudas que generaron las fotografías publicadas este lunes.
La plataforma Proyecto Inventario había reclamado al Gobierno cubano la publicación de los videos del “supuesto impacto” debido a las dudas que generaron las fotografías publicadas este lunes
Una treintena de personas, convocadas por el grupo National Networks on Cuba, se manifestaron la tarde de este lunes frente a la sede diplomática, situada en una calle que llevará próximamente el nombre de Oswaldo Payá, para reclamar a las autoridades estadounidenses que retiren a la Isla de la lista de estados patrocinadores del terrorismo.
La embajadora Lianys Torres Rivera y los diplomáticos no participaron en la manifestación, indica la agencia española EFE, que acredita que los participantes fueron, en su mayoría, ciudadanos estadounidenses.
Por su parte, Rusia no solo condena este martes “enérgicamente” el supuesto atentado, sino que incluso pide que EE UU “no quede impune y los responsables de su organización sufran castigos severos” tras una investigación “rápida y exhaustiva”, según recoge también EFE de declaraciones del Ministerio de Exteriores ruso.
Moscú exige también a Washington que “garantice incondicionalmente la seguridad de las misiones diplomáticas de Estados extranjeros ubicadas en su territorio en estricta conformidad con las obligaciones internacionales” y ha aprovechado para defender a La Habana, con la que mantiene relaciones cada vez más cercanas, recordando que no es el primer “delito que se comete contra la misión cubana en Washington, lo que lamentablemente, se produce en el contexto de que se sigue cultivando en Estados Unidos una atmósfera de amenazas contra el Gobierno de la Isla de la Libertad”.
El Gobierno de Honduras, presidido por Xiomara Castro, también ha expresado su “solidaridad” con “el hermano pueblo” de Cuba, al tiempo que condenó lo que llamó “hecho criminal”. En la misma línea se pronunció la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) chavista, que dijo que la “Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas establece la obligación del Estado receptor a respetar y a proteger los locales de la misión” diplomática.
Otras voces en defensa del punto de vista del régimen, presumidas en distintos medios oficiales, son la Unión de Residentes Cubanos en Argentina, un grupo de cubanos en Alemania, el Partido Vanguardia Popular de Costa Rica, la Asociación Martiana de Cubanos Residentes en Panamá y Asociación de Siria de graduados en Cuba.
Moscú exige también a Washington que “garantice incondicionalmente la seguridad de las misiones diplomáticas de Estados extranjeros ubicadas en su territorio”
Todos ellos recuerdan, igual que hizo el canciller Bruno Rodríguez, que el del domingo fue el “segundo ataque violento contra la sede diplomática en Washington desde abril de 2020”, cuando un individuo disparó con un fusil de asalto contra la sede.
Por aquellos hechos fue detenido el cubano Alexander Alazo Baró, acusado de disparo con armas de fuego en un acto violento, ataque con violencia a un funcionario con arma mortal, daños a propiedades de un Gobierno extranjero en EE UU y tenencia de armas.
La pena prevista para aquellos delitos era la de 10 años de prisión y una multa de 250.000 dólares, sin embargo, la última vez que se tuvo noticias del atacante, en 2022, estaba en un correccional a la espera de un dictamen sobre su estado mental. Alazo, según sus conocidos, estaba diagnosticado de esquizofrenia y vivía obsesionado con la idea de que la Seguridad del Estado lo perseguía.
La organización también denunció la difusión de imágenes falsas –procedentes de una noticia sobre Francia de 2018 publicada en su momento por la agencia rusa Sputnik– en la propaganda difundida por los medios afines al régimen.
Varios usuarios en redes, por otra parte, cuestionaron los hechos al ver las fotos, estas sí verdaderas, publicadas por la propia embajadora Torres en su cuenta de X (Twitter), en las que los papeles dentro de una de las botellas explosivas no estaban quemados. “¿Qué daños puede haber si no le prendieron fuego a ese cóctel?”, preguntaba una usuaria. “Los papeles están intactos. Solo tiraron la botella con los papeles apagados para posar para la foto. ¿Acaso no se dan cuenta?”. Otro le contestaba con sorna: “No pudieron prenderlos porque no habían llegado los fósforos a la bodega”.
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