Una decena de empresas estatales de Ciego de Ávila terminarán este año con sus cuentas en rojo, informó la prensa oficial este lunes. Las autoridades de la provincia, que han visto desmoronarse las exportaciones en un 66,6% –lo que se traduce en una deuda de 85 millones de pesos–, miran con especial alarma a la Empresa Avícola que, incluso antes de cerrar su año fiscal en 2022, ya vaticinaba que los siguientes doce meses traerían solo pérdidas.
Pese a que tanto las autoridades como la prensa local se empeñan en recordar que este año las empresas que reportan pérdidas son 11 menos que el período anterior (entonces fueron 21), las quejas de los directivos que tuvieron que asumir los “regaños” se centran en tres cuestiones fundamentales: la escasez de combustible, de materias primas y la falta de financiamiento del Gobierno. Todas son responsabilidad del Estado.
Leyda Martínez Arnáez, directora de la Empresa Avícola, explicó al oficialista Invasor que “la falta de piensos y el precio subsidiado del huevo han llevado a la bancarrota a su entidad”, que encuentra difícil desde hace unos años “cuadrar” las cuentas, y la deuda asciende a decenas de millones.
La nueva opción para sortear el problema, argumenta, es aliarse con las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) para que ayuden a “revertir el estado de cosas”. Así lo subrayó a sus superiores, que deben aprobar el nuevo proyecto de “encadenamiento” con los privados, pues “la asignación de divisas centralmente [por parte del Gobierno] no da señales de mejoría”, lamentó.
Deben aprobar el nuevo proyecto de “encadenamiento” con los privados, pues “la asignación de divisas centralmente [por parte del Gobierno] no da señales de mejoría”
Una opción similar ha buscado La Cuba, una empresa agropecuaria que siembra mayormente plátanos, que desde 2022 arrastraba una deuda de 70 millones de pesos y de la que todavía persisten sin pagar más de dos millones. Según el director, Ricardo Varona, el mayor problema es la obtención de fertilizantes que ya no llegan “por la canalita” y la empresa debe conseguirlos por su cuenta a mayor precio.
Por el momento, la esperanza está en la exportación de plátanos y tallos de las plantas, pero esa vía pone a la empresa en una disyuntiva que no puede asumir con sus actuales ingresos: si compra fertilizantes pierde dinero y aumenta la deuda, si no los compra disminuye su producción y la calidad de la siembra.
En una situación “tensa” se encuentra también, desde hace meses, la Empresa Agroindustrial Ceballos, conocida por sus dulces y conservas. Según los funcionarios de la entidad, las demoras en la exportación del carbón que produce, y que se encuentra “trabado” en el puerto de Mariel, ha obligado a la empresa a pagar por la estadía prolongada de sus contenedores y sus finanzas ahora muestran un sobregiro de más del 200%.
Esto ha obligado a Ceballos a bajar el costo del carbón, afectado también, en parte, por la aparición de competidores con productos menos costosos que han diversificado el mercado, explican los dirigentes.
A ello se suma que, a diferencia de otras entidades estatales que manejan sus divisas por la tasa de cambio de un dólar por 120 pesos cubanos, Ceballos sigue con la obligación de utilizar la de uno por 24 pesos. “Resulta cuando menos contradictorio que la empresa líder del polo exportador avileño, con capacidad de importación y exportación, no pueda beneficiarse del mercado cambiario aprobado para otras”, reclamó Invasor, uniéndose a la queja de los dirigentes.
Las empresas azucareras Ecuador y Primero de Enero se enfrentan esta vez, como en 2022, al escrutinio de las autoridades por una pérdida conjunta de 164 millones de pesos
Junto a la Empresa de Servicios Comunales, Materia Prima y la Pesquera Industrial, Ceballos entra en la categoría de entidades que no solo han reportado pérdidas, sino que han incumplido las utilidades previstas y el nivel de exportaciones planificado para el año.
Las empresas azucareras Ecuador y Primero de Enero se enfrentan esta vez, como en 2022, al escrutinio de las autoridades por una pérdida conjunta de 164 millones de pesos “luego de una zafra de pobres resultados e incumplimiento del plan de azúcar”. Otros indicadores, como las ventas brutas y las operaciones, también se vieron deteriorados.
De igual manera, la Empresa de Energías Renovables Rensol debe cerca de un millón de pesos, pero sus directivos no tardaron en adjudicar la responsabilidad a la falta de financiamiento y a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Ciego de Ávila que, por falta de combustible, frenó la instalación de unidades de bombeo de agua con paneles solares en la que intervenía Rensol.
Durante el análisis hecho a Acueducto, el director señaló que la empresa ha comenzado a pagar más de 100 nuevos salarios y que el precio del combustible ha aumentado, todo ello sin que la entidad reciba el “subsidio central” que le corresponde. Las autoridades, por su parte, lo llamaron a “sacar de abajo de la tierra” otras “alternativas”. “Con los equipos y recursos humanos que tienes, hay que salir a pelear más servicios y el 100% del cobro (de agua)”, fue la respuesta de los funcionarios del Partido Comunista.
Solo la Empresa Cárnica, que planea vender en fin de año 200 toneladas de carne de cerdo, “dio por seguro” que, para el último mes de 2023, ya recuperarán el millón de pesos de pérdidas que reportan hasta el momento.
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