Salamanca/El editor y poeta Pío E. Serrano fue uno de los protagonistas en la inauguración, este domingo, del XXVII Encuentro de Poetas Iberoamericanos que se llevará a cabo en Salamanca hasta el miércoles. Junto al español José María Muñoz Quirós, el cubano recibió un homenaje a su obra en el Teatro Liceo de la ciudad castellana, en el marco del festival que organiza cada año el peruano Alfredo Pérez Alencart.
En su discurso de agradecimiento, Serrano habló de su vida en España y agradeció la acogida que siempre le ha deparado Salamanca, de la que es Huésped Distinguido. Desde que inició su exilio, hace medio siglo, la ha visitado, recordó también, para rendir homenaje a otros poetas de la Isla que recalaron en la península tras el triunfo de la Revolución.
Serrano tuvo palabras para uno de los más notorios, Gastón Baquero, maestro espiritual de toda su generación, que incluye a nombres como Felipe Lázaro o Manuel Díaz Martínez. De igual manera, señaló como asuntos de su poesía “temas sencillos”, como la familia o el tiempo. La extrañeza, idea muy presente en Lezama Lima, también está presente en su poesía, y así se refirió a ello.
Tal y como destacó Alfredo Pérez Alencart en la presentación del evento, Serrano no solamente es poeta, sino el editor más importante del exilio cubano en España
Tal y como destacó Alfredo Pérez Alencart en la presentación del evento, Serrano no solamente es poeta, sino el editor más importante del exilio cubano en España. Verbum, la firma que fundó en 1990, y que Alencart calificó de “pequeña pero muy prestigiosa”, ha sido la casa de casi todos los escritores cubanos que importan.
De igual manera, el propio Pío Serrano ha acogido de manera personal a todo escritor nacido en la Isla que hubiera recalado en este país, brindándole ayuda, consejo y conversación.
Nacido en San Luis, en Santiago de Cuba, en 1941, en la Isla fue profesor de filosofía en la Universidad de La Habana y participó en los proyectos culturales El Puente y El Caimán Barbudo, antes de exiliarse en España, en 1974.
Otro de los proyectos en los que estuvo involucrado fue la fundación, junto a Jesús Díaz, Encuentro de la Cultura Cubana, una de las empresas culturales más ambiciosas del exilio. Pertenece Serrano a aquella camada del exilio, esperanzada y siempre dispuesta a construir realidades, que quizá nunca logren ver una Cuba distinta, pero cuyo espíritu sigue inspirando a muchos otros artistas que tienen que elegir, ineludiblemente, el camino del exilio.