El Estado prepara un paquete de medidas para incentivar la instalación de fuentes de energía fotovoltaica, entre las que podría estar la retirada de subsidios eléctricos a los grandes consumidores y la comercialización privada de la energía al margen de la Unión Eléctrica. Los planes están esbozados en una nota publicada en la prensa oficial este miércoles que nada da por cerrado pero aporta muchas pistas de lo que pronto podría ser ley.
La única certeza es que en pocos días se publicará un decreto que duplica el precio al que el Estado comprará la electricidad a empresas privadas y particulares que tienen instalada energía renovable para autoconsumo y venden el excedente a la UNE. La norma también incluirá la retirada de aranceles a la importación de paneles y los impuestos de utilidad.
No obstante, el esquema de descentralización de la fotovoltaica es la idea más interesante –por novedosa– de las comentadas por Ramsés Montes Calzadilla, ingeniero y director de Política y Estrategia Energética del Ministerio de Energía y Minas, aunque se encuentre al final del largo texto y aún esté en estudio.
“Como la energía solar fotovoltaica es descentralizada, tener un sistema de comercialización de energía centralizado puede ser un freno al desarrollo de la energía renovable”
“Como la energía solar fotovoltaica es descentralizada, tener un sistema de comercialización de energía centralizado puede ser un freno al desarrollo de la energía renovable”, señala Montes Calzadilla, que abre la posibilidad de que los negocios contraten con un inversionista extranjero y no directamente con la UNE.
“El inversionista va a tener una garantía de pago, ya que su cliente provee un servicio que genera divisas o exporta; por ejemplo, BioCubaFarma o el níquel. Y la empresa que consume no tiene que hacer la inversión completa [del panel], paga la electricidad por plazos a una tarifa que puede, incluso, por medio de las tasas de cambio, salirle más económica que si paga a la Unión Eléctrica en moneda nacional”, señala.
Las mipymes también podrían ser las proveedoras, especifica. En este caso, la tarifa no estaría subsidiada, por lo que no está pensada para el sector residencial, que debería continuar con su contrato con la UNE.
Otra de las propuestas es la de subvencionar la compra de paneles, cuyos precios, a juicio de las autoridades, están funcionando como auténtico freno a la expansión de las renovables. “Es algo interesante que han hecho otros países. Por ejemplo, en vez de vender el sistema en 1 000 dólares el kWh (kilovatio hora), se vende en 200 dólares, y a medida que más personas lo instalen, hay más ahorro de combustible para el país. Eso paga el subsidio”.
El funcionario afirmó que estos sistemas no se venden en moneda nacional por las dificultades para cambiar la divisa, aunque la pasada semana fue noticia el inicio de la venta de paneles solares en Copextel a más de medio millón de pesos.
Informó de que, como parte del marco regulatorio de las energías renovables, será publicado un nuevo paquete que incluirá cuestiones como que el precio sea el mínimo posible para la población
Informó de que, como parte del marco regulatorio de las energías renovables, será publicado un nuevo paquete que incluirá cuestiones como que el precio sea el mínimo posible para la población; quitar aranceles a quienes importen (sea inversión extranjera o actores económicos) y los impuestos de utilidad sobre los primeros ocho años, y aumentar el precio del excedente.
Del texto también se puede inferir que habrá –probablemente– cambios en la tarifa de la luz para los grandes consumidores, entre ellos las mipymes. El funcionario explica que en el sector residencial, el costo es de 158 pesos por 200 kWh, lo que se traduce –admite– en un dólar al mes. Este exiguo gasto desincentiva la compra de cualquier panel solar, puesto que con lo que cuesta el aparato se pueden pagar casi 100 años de electricidad. Para tranquilizar, Montes Calzadilla aclara que el Gobierno es consciente de que las familias ya sufren por la falta de ingresos y no se plantean una subida, pero abre la puerta a que se haga para los negocios y empresas.
El problema para este sector, al que vendría muy bien tener autoconsumo, es que tarda unos 10 años en recuperar el dinero de la inversión, reconoce el funcionario. Los grandes consumidores pagan unos 3 pesos por kWh, precio calculado con los costos en divisas de la UNE multiplicados por 24.
“Sabemos que después la tasa de cambio con que operan las mipymes y los cuentapropistas no es a 24, tampoco 120, es la informal. La electricidad se les ha ido subsidiando, porque venden productos con una tasa de cambio de más de 200. Si tienen la divisa para instalar paneles fotovoltaicos es la misma lógica, lo que más resultados les da es cambiarlo y pagar la electricidad de muchos años. Es decir, no hay un incentivo económico para invertir en energía renovable”, recalca, añadiendo que sí lo es, en cambio, para las empresas estatales que operan a un cambio de 1×24.
El directivo lamenta que muchos hayan recurrido a los generadores de energía fósil, por ser más baratos, al igual que el –escaso– combustible, cuyos precios, dice, se calcularon al cambio de 1×24. Es por ello que el Gobierno está revisando su política para el fomento de las renovables.
Montes dedica también amplio espacio a desterrar algunos bulos sobre los inconvenientes de las fuentes verdes y destacar la seguridad medioambiental y energética de su expansión, además del abaratamiento –cinco veces más caro con diésel que con solar. Sin embargo, el bloqueo, la inclusión de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo y otras cosas atribuibles a EE UU han impedido, dijo, que se desarrolle adecuadamente la energía renovable en la Isla.
En Cuba, hay instalados unos 260 megavatios en parques fotovoltaicos, apenas el 2% de la generación eléctrica anual
En Cuba, hay instalados unos 260 megavatios en parques fotovoltaicos, apenas el 2% de la generación eléctrica anual. Con todas las renovables, la cantidad sube al 5%, pero la Isla se ha comprometido a tener un 30% en 2030, cantidad que se antoja imposible si se tiene en cuenta que desde 2014 solo se ha pasado del 4,3% al 5% actual. Los esfuerzos para que la inversión extranjera o los créditos fructifiquen no han tenido demasiado recorrido, especialmente, reconoce Montes, por impagos –”el país está buscando variantes para repagar o recontratar la deuda y avanzar en esas inversiones”–, aunque también por las limitaciones bancarias.
El texto comienza con la noticia de que la sede de Ideas Multimedios –Cubadebate y los programas Mesa Redonda, Con Filo y Cuadrando la caja– ha instalado un parque fotovoltaico en la azotea del edificio que le permite autoabastecerse mediante 60 paneles de 380 vatios “con lo que la demanda de la institución quedaría cubierta día y noche”. Haya o no apagón, habrá Cubadebate.
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