(EFE).- El Ejército israelí pidió hoy la evacuación de los civiles del norte de la Franja de Gaza, incluyendo la ciudad de Gaza, y les instó a desplazarse hacia el sur, lo que implica el movimiento de más de 1 millón de personas que sugiere una operación terrestre inminente. La ONU, que ha calificado la medida de “imposible”, pide a Israel que dé marcha atrás.
“El Ejército pide la evacuación de todos los civiles de Gaza Ciudad desde sus hogares hacia el sur por su seguridad y protección, y su traslado al área al sur de Wadi Gaza”, informó un comunicado militar, que concretó que este aviso se da ante la intención de realizar más ataques contra el grupo islamista Hamás, que atacó este pasado sábado Israel dando inicio a una guerra que entra en su séptimo día.
Según Israel, muchas de las operaciones militares desde el enclave se hacen desde Gaza ciudad, un lugar de casi 600.000 habitantes, de donde los civiles deben irse ahora “por su propia seguridad” y “donde podrán regresar solo cuando otro anuncio lo permita”, indicó un portavoz militar.
“Los terroristas de Hamás se esconden en la ciudad de Gaza dentro de túneles debajo de casas, y dentro de edificios poblados por civiles inocentes”
“Los terroristas de Hamás se esconden en la ciudad de Gaza dentro de túneles debajo de casas, y dentro de edificios poblados por civiles inocentes”, denunció el Ejército, que acusó a las milicias palestinas de usar a la población “como escudo humano”.
Esta orden de evacuación se da después de que las fuerzas armadas israelíes informaran también este jueves a la ONU de que toda la población en la zona norte de la Franja debe evacuar en las próximas 24 horas hacia el sur.
Ello implica la reubicación de al menos a 1,1 millones de personas –casi la mitad de la población de la Franja–, algo que la ONU ve “imposible” ahora y que puede tener “graves consecuencias humanitarias”.
El portavoz de la ONU en Ginebra, Orlando Gómez, dijo que altos responsables de Naciones Unidas y en particular su coordinadora humanitaria en la región, Lynn Hastings, están haciendo esfuerzos para que las autoridades israelíes den marcha atrás “para evitar transformar lo que ya es una tragedia en una situación calamitosa”.
Como el resto de la población gazatí, todo el personal de la ONU está afectado por ese ultimátum, así como los 440.000 desplazados que han buscado refugio en los colegios y otras instalaciones que la organización gestionaba en ese territorio palestino.
La organización también ha denunciado este viernes crímenes de guerra por parte de los dos bandos.
“Utilizar la hambruna de los civiles como un método de guerra, privándolos de bienes indispensables para su supervivencia, está definido como un crimen de guerra por el derecho internacional”, dijo, en referencia al bloqueo total impuesto por Israel contra Gaza, la portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para los derechos humanos, Ravina Shamdasani.
“Utilizar la hambruna de los civiles como un método de guerra, privándolos de bienes indispensables para su supervivencia, está definido como un crimen de guerra por el derecho internacional”
“Capturar rehenes y la ejecución sumaria de civiles por parte de Gaza, esto obviamente también está prohibido por el derecho internacional y también son crímenes de guerra”, agregó.
Gaza está al borde del colapso tras los bombardeos israelíes que se suceden desde sábado y que dejan 1.417 muertos, sin tomar en cuenta a las personas que se encuentran bajo los escombros de los edificios bombardeados, ni a los milicianos.
Las autoridades egipcias propusieron ayer una zona tapón en Rafah, cerca de la frontera con Egipto, para los desplazados que huyen de los bombardeos, una oferta que Israel habría rechazado, indicaron a EFE fuentes de seguridad egipcias.
La otra propuesta realizada por El Cairo, un corredor humanitario para civiles desde el enclave palestino hacia su territorio, también fue rechazado por la otra parte, ya que que Hamás considera que “obligaría al pueblo palestino a abandonar su patria” e implicaría un nuevo desplazamiento.
El corredor humanitario sería a través del cruce de Rafah, que conecta Gaza con la península del Sinaí egipcio y es el único paso fronterizo del enclave palestino que no está controlado por Israel. Ese cruce ha sido bombardeado en al menos tres ocasiones en los últimos días, pero Egipto asegura que sigue operativo.
Los desplazados han llegado este viernes a los 423.000, un 25% más que en la víspera, informó la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria (Ocha) de Naciones Unidas.
Más de dos terceras partes se encuentran en escuelas de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa), mientras el acceso a los alimentos se hace cada vez más difícil y los servicios esenciales –sanitarios, de agua y saneamiento básico– están a punto de colapsar tras la interrupción total del suministro de la electricidad.
Los heridos totalizan hoy 6.268 tras los ataques que entran hoy en su séptimo día.
Entre los edificios dañados se encuentran al menos 90 instalaciones educativas, incluidos veinte colegios de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos
Entre los edificios dañados se encuentran al menos 90 instalaciones educativas, incluidos veinte colegios de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa), dos de las cuales se utilizaron como refugios de emergencia para desplazados internos, y setenta escuelas de la Autoridad Palestina, una de las cuales fue destruida.
Además, once mezquitas fueron atacadas y destruidas, mientras que siete iglesias y mezquitas sufrieron daños. La OCHA indicó que desde el inicio de las hostilidades, seis pozos de agua, tres estaciones de bombeo de agua, un depósito de agua y una planta desalinizadora que abastecen a más de 1,1 millones de personas sufrieron ataques aéreos.
Mientras tanto, en el lado israelí, las víctimas suman aproximadamente 1.300 muertos, a los que se podrían añadir varios rehenes según las Brigadas al Qasam. El brazo armado del grupo islamista Hamás anunció que 13 israelíes han muerto por los bombardeos del Ejército israelí sobre Gaza en las últimas 24 horas, aunque la información no está verificada.
Seis fallecieron por ataques aéreos en el distrito norte de la Franja, “en dos lugares separados”, y otros siete resultaron muertos en tres sitios distintos de la provincia de Gaza, dicen los terroristas.
Irán, por su parte, advirtió a Israel de la posibilidad de que miembros del llamado Eje de la Resistencia, alianza contra el Estado judío, abran “otro frente” si la situación en Gaza continúa como está. “Algunos altos cargos occidentales me preguntan si se abrirán nuevos frentes contra el régimen israelí”, dijo el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, en Beirut.
“Dada los continuación de los crímenes de guerra y el estado de sitio, cualquier escenario o decisión de otros miembros del Eje de la Resistencia es posible”
“Dada los continuación de los crímenes de guerra y el estado de sitio, cualquier escenario o decisión de otros miembros del Eje de la Resistencia es posible”, dijo el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, en Beirut.
El jefe de la diplomacia iraní no específico qué países o grupos podrían responder del llamado Eje de la Resistencia, alianza liderada por Irán y formada por organizaciones militantes palestinas, sirias y libanesas, como Hezbolá.
“Naturalmente, el régimen sionista y sus aliados serán responsables de las consecuencias”, añadió Abdolahian.
En este contexto, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken se ha reunido hoy con Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, en Amán. También ha mantenido un encuentro con el rey de Jordania, Abdalá II, quien lo advirtió los riesgos del ultimatum israelí y las consecuencias si el conflicto se extiende a la región.
El monarca recordó a Blinken la “necesidad de abrir corredores humanitarios urgentes” y de “proteger a los civiles y detener la escalada y la guerra contra Gaza”.
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