MIAMI, Estados Unidos. – El Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) llamó este martes a la Unión Europea (UE) a reevaluar y suspender el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC) entre el bloque regional y el Gobierno cubano “hasta que La Habana demuestre avances concretos en materia de derechos humanos y democracia”.
En un comunicado fechado este 4 de febrero, la organización subrayó su agradecimiento al Gobierno de Suecia por “impulsar una revisión” del acuerdo, a la vez que subrayó la necesidad de “garantizar que la política exterior de la UE se mantenga alineada con los principios de democracia, derechos humanos y Estado de derecho”.
De acuerdo con el Consejo para la Transición Democrática en Cuba, aunque desde su firma en 2016 y ratificación en 2017 el ADPC se promocionó como un instrumento para fomentar el desarrollo y la cooperación, “el régimen cubano ha instrumentalizado este acuerdo para obtener beneficios económicos y vender una imagen y narrativa de modernización, sin asumir compromisos reales”. Además, la entidad enfatizó que “la realidad demuestra” un endurecimiento de la represión contra activistas y ciudadanos, lo cual calificó como “un deterioro de los derechos humanos” en la Isla.
En su argumentación, el Consejo para la Transición Democrática en Cuba incluyó tres ejes principales que respaldan la petición de suspender o revisar el ADPC:
“Deterioro de los derechos humanos”
El comunicado señala que en Cuba “más de 1.400 presos políticos, incluidos activistas y periodistas, siguen encarcelados”, y que se ha producido una “persecución y represión sistemáticas, con el uso documentado de tortura contra opositores”. El CTDC denunció la muerte de “alrededor de siete prisioneros en 2024” y la existencia de “más de 11.000 personas” privadas de libertad, al tiempo que condenó “la promulgación de leyes represivas que restringen las libertades individuales y judicializan el hostigamiento de la policía política”.
“Fracaso del modelo económico y uso indebido de fondos internacionales”
El CTDC criticó el “monopolio estatal de la economía a través de GAESA” y la “represión contra el sector privado”, así como el “desvío de recursos hacia la militarización y alianzas estratégicas opacas con Rusia, China e Irán, en detrimento del bienestar de la población”. El comunicado califica a Cuba como “un país de alto riesgo para inversionistas”, debido al constante incumplimiento de pagos de la deuda externa.
Apoyo a “regímenes autoritarios y factores de desestabilización regional”
El texto advierte de la “alianza estratégica con Rusia y Bielorrusia” y destaca la supuesta “participación de Cuba en la agresión contra Ucrania a través del involucramiento de mercenarios cubanos”, quienes, según indica, “no han sido juzgados in absentia, tal y como establece el Código Penal”. Además, el CTDC menciona el “silencio cómplice ante graves violaciones de derechos humanos en China”.
De acuerdo con el Consejo, “el ADPC ha fracasado, en sus términos y ejecutoria actuales, en el propósito de promover la apertura política en Cuba”, pues, en lugar de empoderar a la sociedad civil, “ha servido para consolidar el poder del gobierno sobre la sociedad, y no de la sociedad sobre el Gobierno”.
En cuanto a las medidas que urgen a la UE, el CTDC especifica que, además de la suspensión temporal del acuerdo, “se condicione toda cooperación futura al cumplimiento de estándares democráticos y económicos y a la transparencia en el uso de recursos que beneficien directamente a las y los ciudadanos”. También pide “garantizar la participación de la sociedad civil cubana en las negociaciones y diálogos sobre la posible revisión del acuerdo” y “apoyar la propuesta de Ley de Amnistía y Despenalización del Disenso”.
El comunicado concluye con la confianza de que “Suecia y los países miembros de la Comisión Europea adopten una postura firme y unificada frente al Estado cubano” con el fin de “lograr el respeto a los derechos humanos y un cambio pacífico a la democracia en Cuba”.