(EFE).- Cuba recibió este martes 42 migrantes irregulares deportados por las autoridades de Estados Unidos (32) y Gran Caimán (10) y con ellos suman 4.341 los retornados a la Isla desde distintos países de la región en lo que va de año por vía aérea y marítima.
El Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos devolvió un grupo de 32 cubanos –integrado por seis mujeres y 26 hombres– por el Puerto de Orozco (Bahía Honda, en Artemisa), según informó el Ministerio del Interior.
Además, otros diez ciudadanos de la Isla fueron deportados por las autoridades de Islas Caimán en otra operación de repatriación realizada a través del aeropuerto internacional José Martí de La Habana.
La mayoría de los cubanos deportados en esta jornada residen en La Habana, Granma y Santiago de Cuba.
Ocho de ellos fueron detenidos a su llegada por ser considerados “presuntos comisores de hechos delictivos de gravedad” que estaban bajo investigación antes de salir ilegalmente del país
Ocho de ellos fueron detenidos a su llegada por ser considerados “presuntos comisores de hechos delictivos de gravedad” que estaban bajo investigación antes de salir ilegalmente del país, según el ministerio.
Las autoridades cubanas recalcaron nuevamente que mantienen “firme” su compromiso con “una migración segura y ordenada” y reiteraron “el peligro y condiciones de riesgo para la vida que representan las salidas ilegales del país por mar”.
Durante el presente año fiscal, que comenzó el 1 de octubre de 2022 casi 7.000 cubanos han sido interceptados por la Guardia Costera estadounidense en viajes hacia las costas de Florida.
Cuba y EE UU tienen un acuerdo bilateral para que todos los migrantes que lleguen por vía marítima sean devueltos a la Isla, a lo que se sumó, desde noviembre la vía aérea. Ambos países pactaron reanudar los vuelos de deportación para personas “inadmisibles” retenidas en la frontera con México.
Allí se acumula una “concentración inusual” de migrantes, en la sede de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) de Tapachula, en Chiapas, ciudad fronteriza con Guatemala. 8.152 migrantes de distintas nacionalidades fueron trasladados a otros puntos de la región y de los estados de Tabasco y Veracruz, debido a la acumulación, según el Instituto Nacional de Migración (INM).
En un comunicado, el INM, que depende de la Secretaría de Gobernación (Interior), indicó que “despresurizó” el lugar reubicando a esa cantidad de migrantes “para evitar situaciones que pongan en riesgo su integridad ante la aglomeración registrada días previos”.
En la movilización de los miles de migrantes que se habían aglomerado en las instalaciones de la Comar fueron utilizados 189 autobuses de pasajeros y 73 furgonetas para trasladarlos a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Huixtla, San Cristóbal y Palenque, en Chiapas; Villahermosa, Tabasco y Acayucan, en Veracruz.
“No hay ningún país que tenga la capacidad para atender, en toda la extensión de la palabra” a una cantidad de migrantes como la que ha llegado en las últimas semanas a la frontera sur de México
Apenas el lunes, ante la nueva oleada de migrantes, la Comar anticipó un aumento de un 30% en la atención diaria de solicitantes en sus nuevas oficinas en Tapachula.
El coordinador de la Comar en Chiapas, Daladier Anzueto, explicó en entrevista con EFE que atendían entre 1.800 y 2.000 personas diarias, pero ante el flujo migratorio de las últimas semanas abrieron un nuevo espacio en el Parque Ecológico de Tapachula para atender de 2.600 a hasta 2.800 al día.
El funcionario reconoció que “en una oleada masiva de personas siempre se generan dudas”, pero argumentó que “no hay ningún país que tenga la capacidad para atender, en toda la extensión de la palabra” a una cantidad de migrantes como la que ha llegado en las últimas semanas a la frontera sur de México.
México vive una nueva ola migratoria, como mostró la semana pasada la suspensión de 60 trenes de carga de la empresa Ferromex por la presencia de más de 4.000 migrantes en los carros y en las vías, manifestaciones, y estampidas de miles de migrantes en las oficinas de atención a refugiados en la frontera sur.
La Comar atendió la semana pasada a unos 10.000 migrantes de Cuba, Haití, Honduras, El Salvador, Ecuador, Colombia y, en menor medida de Guatemala.
Esta situación se traslada posteriormente a EE UU, donde este martes el gobierno del condado de San Diego declaró una “crisis humanitaria” después de que las autoridades fronterizas liberasen a más de 7.800 solicitantes de asilo sin ningún tipo de asistencia.
La Patrulla Fronteriza ha llevado desde la frontera a grupos de migrantes a las ciudades de San Diego, Oceanside y El Cajón, y a una estación del sistema Trolley de transporte.
La Junta de Supervisores del condado de San Diego declaró por unanimidad la emergencia y urgió al gobierno federal a hacerse cargo de atender a estos solicitantes de asilo.
Parte de los migrantes han encontrado ayuda de sus patrocinadores, las personas que los alojarán y se harán cargo de sus gastos mientras tramitan asilo, pero muchas otras familias permanecen por días a la intemperie.
Parte de los migrantes han encontrado ayuda de sus patrocinadores, las personas que los alojarán y se harán cargo de sus gastos mientras tramitan asilo, pero muchas otras familias permanecen por días a la intemperie
La frontera de México y Estados Unidos experimenta en los últimos días una nueva ola masiva migratoria que ha saturado ciudades de California, Texas y Arizona, y que llevó al Gobierno mexicano a comprometerse el fin de semana con Estados Unidos a deportar estos migrantes en su territorio.
La Patrulla Fronteriza no ha respondido solicitudes de la prensa, pero a mediados de septiembre informó a organizaciones civiles que había comenzado a dejar grupos de migrantes en las calles para despejar sus instalaciones, que estaban colapsadas.
La Junta pidió al gobierno federal que designe recursos y personal para ayudar a los solicitantes de asilo y conectarlos con sus patrocinadores y destinos finales para evitar las liberaciones en las calles. Además, subrayó además su oposición a los traslados de solicitantes de asilo desde otros estados y jurisdicciones.
El condado enviará una carta detallada al gobierno federal sobre las necesidades específicas de las organizaciones no gubernamentales locales y las comunidades, según la declaración bipartidista.
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