GUADALAJARA, México.- Hace apenas tres años, el 12 de julio de 2021, Diubis Laurencio Tejeda fue baleado en el barrio habanero de La Güinera, durante las protestas civiles acontencidas ese día como expresión del descontento popular que la víspera había producido la mayor manifestación de las últimas décadas en Cuba.
Laurencio Tejeda, calificado como un “delincuente” con antecedentes de “desacato, hurto y alteración del orden” por la prensa castrista -cuestiones desmentidas por su familia-, en un intento por deslegimitar su participación en la protesta, fue baleado por el subteniente de la policía Yoennis Pelegrín Hernández.
Diubis fue disparado por la espalda por solo salir a manifestarse y grabar con su celular los hechos que se desarrollaban ese día. Su asesino continúa libre.
El único fallecido que reconoció el régimen
Diubis fue el único fallecido reconocido oficialmente por el régimen cubano entre las víctimas de la represión de las protestas desatadas el 11 de julio de 2021, que continuaron el día siguiente.
Según expuso el Proyecto Inventario en una investigación, la muerte del joven, de 36 años, fue confirmada oficialmente por el Ministerio del Interior (MININT) el 13 de julio en una nota reproducida por varios medios oficialistas.
En ella constaban su nombre, edad y su fallecimiento pero no la causa de este y se especificaba, además, que había ocurrido en un supuesto enfrentamiento con fuerzas del orden en el municipio habanero de Arroyo Naranjo.
Videos del hecho, publicados por ese medio a partir de los reportes de redes sociales, dejaron constatar el hecho violento e identificar a la víctima.
Un clip de corta duración muestra la secuencia donde se ve a Diubis, delgado, con lo que parece ser un agujero de bala en la espalda. Las personas a su alrededor gritaban: “¡Lo mataron! ¡Asesinos, asesinos!”, mientras acuden a ayudarlo.
La vestimenta del joven del video coincidía con la descrita en el Acta de inspección de cadáver emitida por el Instituto de Medicina Legal en La Habana. Según refirió el texto, la víctima estaba vestida con una “camisa, de color negro, con diseños variados de flores, de pequeño tamaño, marca Zara, (…) donde se aprecia un deterioro y/o orificio de aproximadamente 1 cm de ancho, en su zona posterior”. En fotos de Facebook, Diubis aparecía con esa prenda en varias instantáneas.
¿Por qué murió Diubis?
El Acta de Declaración de Testigo, facilitada a Proyecto Inventario por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), demuestra que el subteniente Yoennis Pelegrín Hernández, jefe del sector en Mantilla, disparó con su pistola Makarov contra los manifestantes que salieron a la calle en la Calzada de la Güinera.
El documento refiere que Pelegrín y otros dos oficiales salieron a la calzada y se posicionaron por detrás de los manifestantes que presuntamente lanzaban piedras y botellas a las fuerzas policiales y militares.
Según la declaración del subteniente -a quien se le tomó testimonio como “testigo” y no como investigado o imputado por la muerte del manifestante de 36 años- luego de efectuar varios disparos, cuando los manifestantes se encontraban a 30 o 40 metros de ellos, escuchó que alguien gritó “le diste a uno”.
También refirió que quienes protestaban se retiraron corriendo hacia la Calzada de la Güinera y que allí no quedó ningún herido en el suelo, argumento usado para justificar que desconoce si fue cierto lo que gritaron.
El victimario exonerado
La Fiscalía exoneró al militar de cargos penales por haber actuado, supuestamente, en “defensa propia”. En ese sentido, el OCDH señala que la descripción de los hechos es contradictoria: por un lado el régimen asegura que, “para salvar su vida y la de sus compañeros”, Hernández Pelegrín “hubo de enfrentar varios disparos hacia el frente”.
Por otro lado, los datos de la autopsia del joven manifestante, así como los testimonios de familiares de la víctima, indican que el disparo entró por la espalda.
El OCDH también informa que puso los documentos legales del caso a disposición de un experto en Patología y de otro en Medicina Forense y Legal, para valorar posibles contradicciones entre los informes. Ambos especialistas calificaron las copias como “verosímiles”, aunque la declaración del policía parecía “poco creíble”, indicaron.
El OCDH también denunció que “responder a una manifestación de ciudadanos desarmados con fuego vivo o real, provocando la muerte a un manifestante, es una grave violación de los derechos humanos”.
“En vez de intentar acusar al fallecido de ser un delincuente común, un extremo que su familia ha negado, el gobierno cubano debería permitir una investigación independiente del caso”, insistió González Raga.
Libre y con mejor moto
Aunque en septiembre de 2021 un abogado cercano al caso aseguró a Diario de Cuba que la Fiscalía Militar había abierto el expediente 87/21 para instruir de cargos por homicidio y lesiones al agente Pelegrín Hernández, ese mismo letrado aseguró tres meses más tarde que el oficial, natural de Guantánamo y de entonces 29 años de edad, continuaba en libertad.
El subteniente Yoennis Pelegrín Hernández no solo seguía libre, como uno de los jefes en el barrio de Mantilla, sino “que le cambiaron la moto que usaba por una mejor”, confirmó a ese medio indpendiente un familiar del fallecido.
“Tiempo después de la muerte de Diubis nos llamaron de Fiscalía Militar para decirnos que este policía había actuado ‘en defensa propia’, pero nosotros nos negamos a aceptar semejante barbaridad, pues todo el mundo sabía que ‘Pikirí’, como cariñosamente le decíamos, tenía el brazo izquierdo lisiado y por lo tanto nunca pudo haber agredido al policía. El Gobierno sabe que nosotros siempre nos hemos negado a aceptar esa versión”, alegó el familiar de Diubis.
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