MIAMI, Estados Unidos. – El gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, reconoció este viernes que 2024 ha sido “uno de los años más difíciles” para la Isla, con “enormes esfuerzos e insuficientes resultados” frente a la profunda crisis económica y energética que atraviesa el país.
Díaz-Canel intervino este viernes en la última sesión del cuarto período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).
El gobernante también destacó que esta situación representa su “principal insatisfacción” y la sometió a una “profunda y severa autocrítica”. Como es su costumbre, aseguró que la causa principal del deterioro es la “guerra económica” impuesta por las sanciones estadounidenses.
También advirtió que su Gobierno se ha preparado para un segundo mandato del Donald Trump: “Nos mantendremos alerta, pero sin miedo”, afirmó. Además, dijo que La Habana está dispuesta a “dialogar y desarrollar relaciones de respeto en pie de igualdad” con Washington.
“Estamos conscientes de las posibles implicaciones asociadas a la llegada al poder en Estados Unidos de un nuevo Gobierno, en el que tendrán gran influencia políticos con intenciones muy agresivas contra Cuba. Como hemos dicho, era un escenario previsible y nos hemos ido preparando con tiempo”, aseguró.
Al analizar la compleja realidad financiera, Díaz-Canel reconoció que el país vive “prácticamente al día”, aunque mencionó “señales positivas” con un “impacto limitado”. Resaltó un ligero aumento en la producción de alimentos, calificado como asunto de “seguridad nacional”.
En otro momento admitió que los últimos meses de 2024 han sido “particularmente complejos” por el impacto de dos huracanes, dos sismos de gran magnitud y tres apagones totales del sistema eléctrico nacional.
Cuba padece actualmente escasez de alimentos, medicinas y combustible, apagones prolongados, una inflación desbordada y una ola migratoria sin precedentes. La pandemia y una serie de políticas nacionales fallidas han agudizado los problemas estructurales de la economía cubana.