El preso político Onaikel Infante Abreu está siendo torturado en la prisión Combinado del Este por escribir con su sangre en una pared de la cárcel un mensaje de libertad para Cuba y los presos políticos, denunció este martes el Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP).
Su esposa, Sujay Acosta Toscano, dijo a la organización que desde el 14 de julio lo tienen con esposas shakiras que le sujetan las manos, la cintura y los pies: “No se las quitan ni para comer, ni para bañarse, ni para hacer sus necesidades”.
“El se cortó la yema del dedo y escribió en la pared ‘Libertad Patria y Vida. Libertad para los presos políticos. No más hambre para el pueblo’, y ellos cogieron desde ayer y le pusieron las shakiras; no se las quieren quitar para nada y le dieron golpes. Él está allá adentro diciendo lo mismo, que no se va a callar, que lo pueden esposar, lo pueden amarrar, lo pueden matar, pero nunca va a dejar de decir Cuba libre y que están matando al pueblo de hambre”, contó Acosta Toscano.
El pasado 8 de julio la esposa comunicó a ICLEP que el recluso llevaba cuatro días plantado, pero, luego de visitarlo en la cárcel el día 9, logró que depusiera la huelga: “Cuando se desplantó ellos le dieron golpes y él entonces puso eso en la pared”.
“Yo temo por su vida, temo por lo que le pueda pasar porque ya esto se les está yendo de control. Lo tienen ahí, ya lleva ocho meses allá dentro no toman una medida con él, nada, ahorita me lo matan”, se lamentó la esposa.
Acosta Toscano, también activista, ha sido víctima también de constante acoso e intimidación mientras su esposo permanece en la cárcel: “Me han llamado, me han dicho que se murió, que acaba de fallecer, me llaman por teléfono y me dicen todas esas barbaridades, ellos me mantienen a mí asustada, yo tengo miedo”.
Onaikel Infante Abreu fue encarcelado el 27 de octubre de 2023 por subir a una azotea y sacar una sábana con las frases “Patria y Vida”, “Libertad”, “Abajo Díaz-Canel” y “Abajo los Castro” y “Comida para el pueblo”.
Ese día fue detenido violentamente. Le golpearon la cabeza y le tiraron balas de goma. De ahí fue llevado al Hospital Militar, donde convulsionó, a pesar de lo cual no le dieron atención médica. Lo montaron en un carro y lo llevaron encapuchado para la estación de Diez de Octubre y Acosta. Luego fue llevado al Combinado del Este.
Hasta la fecha, el cubano no ha recibido notificación alguna de un proceso penal en su contra.
