Héctor Quiala Hernández denuncia que no le permiten comprar las medicinas que necesita para su ojo, dañado según él por una mala práctica médica en Cuba. Según Quiala, al no tener dirección en La Habana no puede acceder a la tarjeta para adquirir los medicamentos en la farmacia, por lo que debe comprarlos en el mercado informal a 2.500 pesos cada pomito, que requiere usar diariamente.
“Tengo que trabajar arriba de un bicitaxi para poder hacer los 2.500 pesos que no son 2.500 pesos porque son dos medicinas y son 5 mil pesos que tengo que gastar”, afirma Quiala. Asegura que lleva gastados entre 300 y 350 mil pesos en 3 años comprando las gotas.
Quiala denuncia que sufre hostigamiento de inspectores cuando trabaja como bicitaxista, lo que dificulta reunir el dinero. Teme que si no puede costear las medicinas, su otro ojo también resulte afectado por el problema de salud que padece.
Según su testimonio, Quiala acudió al hospital en Cuba por una carnosidad en el ojo y terminó operado por un médico mexicano en prácticas, perdiendo la visión en ese ojo. Afirma que en el hospital le dijeron luego que no tenía arreglo.
Ante esta compleja situación, Héctor Quiala hace un llamado público a la solidaridad para poder acceder a sus medicamentos, ya que las autoridades de salud no se los garantizan.