Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma, anunció el sábado que en el último trimestre de este año, y comienzos del 2024, se renovará la producción de algunos medicamentos que se encuentran en falta gracias a ingresos obtenidos durante 2023 por la entidad.
La asignación de financiamiento a medicamentos, insumos, piezas de repuesto y reactivos tiene sus cimientos en las entradas del propio sector de la Salud y el presupuesto que estipula el Estado.
Cubanos entrevistados por Martí Noticias, desconfían de que mejore el abasto de medicamentos para el consumo nacional.
“De esta dictadura no puede confiarse nadie, ni dar por seguro todo lo que prometen, porque preocupación por el pueblo no tienen ninguna”, consideró el activista Oscar Cervantes, residente en Ciego de Ávila.
“En estos momentos, personas que tienen que operar han tenido que traer de todo lo que lleva una operación desde Estados Unidos. Yo soy diabético y hace meses que no puedo tomar la glibenclamida, que es un medicamento obsoleto, pero es lo que había en Cuba, y es lo que me suministraban. Pues ya ni eso tengo, y mi esposa padece del corazón, tiene que tomar la aspirina para que tenga la sangre con mucha fluidez, y si no es por el hermano mío que la trae de Estados Unidos, no la tuviera ¡Una cosa tan simple como una aspirina!, lamentó.
También Yunier Cuñí, de Palma Soriano, Santiago de Cuba, recela de las afirmaciones de Martínez Díaz.
“Ellos [los funcionarios del régimen] lo convierten todo en política, y todo se les vuelve blablablá. En un momento tan difícil, donde hay personas muriendo por falta de medicamentos, ellos dicen que se va a restablecer la existencia de medicinas. Es una mentira”, dijo indignado.
El presidente de BioCubaFarma aseguró a la prensa oficialista que se ha logrado cumplir el plan de ingresos de divisas que serán utilizadas para adquirir las materias primas necesarias para fabricar medicinas de primera necesidad como Enalapril y la Metformina así como sueros de uso hospitalario, antibióticos inyectables como el Rocephin y vacunas.
No obstante, el directivo admitió que el déficit de medicamentos en el país es un problema muy complejo y por ello “estamos enfrascados en buscar alternativas” que mejoren la disponibilidad de medicamentos en los próximos años.
En 2023, se asignó la cantidad de 251 222 millones para Salud Pública, Educación, Cultura, Deporte y Asistencia Social.
“En Cuba se subsidia la medicina, no a la person,a y eso ya es un problema. Luego la producción no tiene por qué ser directamente proporcional con el precio en el mercado, porque en Cuba lo que se podría llamar como mercado libre, que el gobierno llama mercado negro, es muy poderoso por los bajos salarios de las personas que trabajan en las farmacias, en las fábricas, y eso hace que las personas roben estos medicamentos para revenderlos en el mercado”, indicó desde La Habana el periodista independiente Julio Aleaga Pesant.
“Con esto, surge otro problema y es que muchas personas vienen de los Estados Unidos a comprar medicinas a precios muy baratos, por supuesto, en el mercado negro, y eso hace que entonces la cantidad que van a producir no llegue a todas las personas que lo necesiten. Este poderoso mercado negro, por supuesto, trata de suplir las carencias de pésimas políticas económicas para la distribución de los medicamentos”, señaló.
Martínez Díaz atribuyó las dificultades de la organización empresarial productora de medicamentos, equipos y servicios de alta tecnología, a la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo.
“Es parte de la falacia o de la retórica gubernamental, porque todos sabemos que, si hubiera menos ministerios, menos burocracia o mejores políticas económicas de respaldo a los más necesitados, todo sería totalmente diferente”, reaccionó el comunicador.
En 1992, Estados Unidos promulgó la Ley para la Democracia Cubana (CDA), que “eximía” del embargo la venta de medicamentos.
“En medio de la pandemia BioCubafarma exportaba medicamentos a 73 destinos. Entonces, no es responsabilidad del embargo de los Estados Unidos”, concluyó Aleaga Pesant.
El funcionario explicó sobre “proyectos” para “combatir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el Parkinson, y la ataxia; en un país donde el envejecimiento poblacional, alarma.
Cifras oficiales revelaron, recientemente, que las personas de la tercera edad representan el 22,3% de los cubanos, lo que convierte al país en uno de los más envejecidos de América Latina y el Caribe.
El presidente de BioCubaFarma se refirió, además, a otros medicamentos asociados al infarto cerebral, que es la tercera causa de muerte en Cuba”.
“Se debe subsidiar a las personas más necesitadas, digamos, ancianos mayores, parte de la sociedad que es débil y a esa es la que hay que apoyar no a personas, por ejemplo, los funcionarios del Gobierno o los miembros de las mipymes que se les venden las medicinas, a los mismos precios que personas que tienen salarios de 1500 pesos”, opinó Aleaga Pesant.
A fines de julio de 2023, Martínez Díaz afirmó que había 251 medicamentos en falta en la Isla, lo mismo importados que de fabricación nacional.