Autoridades del Ministerio de Salud Pública en Cuba ofrecieron recientemente medicamentos y vacunas a países de América Latina mientras enfrentan, puertas adentro en la isla, una grave escasez interna de recursos médicos.
El ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal Miranda, ofreció durante su intervención en la XI Conferencia Panamericana para la Armonización de la Reglamentación Farmacéutica (CPARF), celebrada en México, esta posibilidad para los países vecinos.
Según informó el medio oficial Cubadebate, Portal Miranda expresó la disposición de Cuba de poner en las manos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de todos los países de la región su capacidad técnica y experiencia en la producción de medicamentos, productos biotecnológicos y vacunas, destacando el desarrollo logrado por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED).
Además, el ministro subrayó la importancia de que la autosuficiencia de medicamentos en la región trascienda el ámbito técnico y se integre en políticas públicas que promuevan la cooperación regional y garanticen el derecho de todos a la salud.
Escasez de medicamentos en Cuba
Esto lo hizo, a solo un mes de admitir, que la escasez de medicamentos en Cuba persistirá por un tiempo indefinido. No obstante, el gobierno cubano ofreció vacunas, fármacos y su capacidad tecnológica para producirlos a los países de América Latina.
En julio pasado, el Ministro aseguró que la escasez de medicamentos en la isla continuaría: “Decir que esta situación se va a resolver en los próximos días sería irresponsable”.
No obstante, algunas decisiones y movimientos de autoridades del gobierno al respecto, llaman poderosamente la atención.
Una de ellas, fueron las declaraciones del primer ministro Manuel Marrero, sobre la medida de entrada libre de alimentos, medicamentos y aseos, que se prorrogó recientemente hasta finales de septiembre, porque hay personas lucrando con la misma.
Marrero volvió a atacar y criticó duramente a aquellos que, según ellos, se dedican a importar productos exentos de aranceles para venderlos a “precios excesivos y abusivos” en la isla.