Numerosas organizaciones y personalidades han denunciado la responsabilidad del régimen comunista de Cuba en el estado actual del fundador de la Unión Patriótica de Cuba, José Daniel Ferrer García, quien estaría hospitalizado en una cárcel de Santiago de Cuba, tras presuntamente haber sufrido una agresión en la prisión de Mar Verde.
La más reciente denuncia de que había sido maltratado en la prisión esta semana, y de que tuvo que ser hospitalizado como consecuencia de una golpiza, ha causado alarma entre organizaciones de derechos humanos dentro y fuera de Cuba.
Mientras, el oficialismo, a través del programa Razones de Cuba, publicó lo que refiere como “pruebas que desmienten esta acusación” y son aparentes fotografías de “cartas escritas y firmadas por el propio José Daniel Ferrer”.
“Estas notas, escritas por Ferrer, de su puño y letra, dan fe, de su favorable condición. Se aprecian solicitudes a su esposa, diversos artículos para su consumo personal en la prisión; cómo planifica fechas para las visitas conyugales y familiares, realizadas en lo que va de año”, indicó el régimen a través de ese espacio.
La familia del preso político acudió el viernes a la prisión de Mar Verde, en Santiago de Cuba, para exigir información sobre su estado de salud y paradero.
“Desde temprano estamos aquí exigiendo muestras de vida de mi esposo”, dijo Nelva Ismarays Ortega Tamayo, esposa de Ferrer, en un video publicado en redes sociales.
“No queremos fotos ni mensajes a la distancia. Queremos verlo frente a frente”, dijo la médico de profesión quien cuestionó: “Si no ha ocurrido nada, por qué no nos lo enseñan”.
El congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart dijo estar “profundamente preocupado por el líder de derechos humanos”.
“Ferrer es un héroe valiente y eficaz del movimiento por la democracia en Cuba y el régimen ha sido particularmente despiadado con él. No puede haber más apaciguamiento con esta maligna dictadura que castiga la disidencia, tortura a los opositores y busca destruir el espíritu humano”, escribió el representante de la Florida.
La Sociedad Internacional de Derechos Humanos (IGFM, por sus siglas en alemán) dijo que la vida del opositor santiaguero corre peligro.
“Lleva años en régimen de aislamiento. Su salud se deteriora continuamente. ¡El régimen de Castro parece querer asesinarlo lentamente!”, escribió la ONG.
También el eurodiputado español José Ramón Bauzá denunció en sus redes sociales que Ferrer “fue brutalmente golpeado y sacado de la prisión Mar Verde y trasladado a la prisión de Boniato donde está ingresado en el hospital de dicho antro de terror”.
“Exijo a Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel y a todos los integrantes de esa criminal dictadura que den muestras de vida de Ferrer de manera inmediata. Les responsabilizo de su integridad física y psicológica y les exijo su libertad y la de todos los detenidos y presos políticos”, escribió el político español.
Antes, Brian Nichols, secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, manifestó la indignación que han provocado los informes sobre el líder opositor cubano.
“Exhortamos al gobierno cubano a que proporcione acceso inmediato a su familia y lo libere a él y a los casi 1.000 presos políticos detenidos injustamente en Cuba”, escribió en X el funcionario estadounidense.
Amnistía Internacional ha expresado consternación sobre la situación del preso del 11J. “Él cumple una injusta condena, sometido a condiciones de incomunicación que facilitan la tortura, y los tratos crueles e inhumanos”, subrayó la organización al pedir fe de vida y también su libertad inmediata.
Johanna Cilano, investigadora de esa ONG, recordó que Ferrer “lleva más de tres años de una injusta condena, sometido sistemáticamente a malos tratos, golpizas, negación de derechos, tortura física y psicológica”.
“Su familia demanda una vez poder verlo, garantías de su estado de salud y atención médica adecuada. Seguiremos también exigiendo su libertad inmediata e incondicional”, escribió la experta en derechos humanos.
El fundador de la Unión Patriótica de Cuba fue detenido el 11 de julio de 2021 mientras intentaba unirse a las manifestaciones antigubernamentales que se dieron en toda la isla.
Desde entonces, su familia ha reportado tratos inhumanos, aislamiento y deterioro de salud, lo que consideran un intento deliberado por quebrar su espíritu.
En septiembre, el arzobispo de Santiago de Cuba, monseñor Dionisio García Ibáñez, pudo ver al opositor, reconocido por Amnistía Internacional como preso de conciencia.
Esta ha sido la única ocasión en que ha sido visitado por una fuente no familiar. Tras ese contacto, el religioso confirmó el estado crítico en que se encuentra el preso.