El Comité para la Protección de los Periodistas se ha manifestado a favor de los periodistas cubanos Yeris Curbelo Aguilera y Rafa Escalona, y condenó al gobierno cubano por reprimir a la prensa independiente en la isla.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) instó a las autoridades cubanas a reexaminar el caso del periodista Yeris Curbelo Aguilera y a cesar el acoso al editor Rafa Escalona.
“El gobierno cubano sigue adoptando una actitud draconiana en sus esfuerzos por reprimir la prensa independiente en la isla”, afirmó Katherine Jacobsen, coordinadora del Programa de Estados Unidos, Canadá y el Caribe del CPJ, en Washington, D.C.
“Las autoridades cubanas deben liberar al periodista Yeris Curbelo Aguilera y dejar de acosar a Rafa Escalona”, dijo la organización internacional que defiende la libertad de prensa.
Curbelo Aguilera, periodista de Palenque Visión, fue enjuiciado por un altercado con jóvenes de la localidad de Caimanera y sentenciado a dos años de cárcel.
Pero el periodista de 39 años ha declarado que fue procesado en represalia por reportar sobre las protestas en Caimanera en mayo del año pasado.
Entrevistado en ocasión del Día Mundial de la Libertad de Prensa, Curbelo dijo que “ser periodista en un entorno represivo es muy complicado. Somos multados, repudiados, detenidos, encarcelados”.
En cuanto al editor Rafa Escalona, el CPJ recordó que ha enfrentado tantas presiones del régimen que ha tenido que suspender la publicación de la revista Revista cubana de música AM/PM.
En un editorial explicaron que la pausa indefinida en sus actividades “responde a la creciente presión y acoso a nuestro director por parte de los órganos de contrainteligencia cubanos, que entre otras consecuencias, nos deja sin la posibilidad de aplicar a fondos para realizar nuestro trabajo y pone en peligro la integridad de nuestro proyecto y del equipo involucrado”.
El Comité para la Protección de los Periodistas añadió que en los últimos años los periodistas no estatales cubanos se han visto sometidos a una intensa presión por parte del gobierno, que no reconoce los derechos de los medios independientes.
