El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, declaró a partir de este jueves el estado de emergencia nacional por el alto número de migrantes que está pasando por el territorio centroamericano. “La cantidad de personas que llegan sobrepasa la cantidad institucional para atenderlas”, dijo el viceministro de la Presidencia Jorge Rodríguez, en una conferencia de prensa el martes, junto a Chaves, que anunció la medida.
Rodríguez detalló que en lo que va de septiembre más de 60.000 personas han cruzado por Paso Canoas, en la frontera con Panamá, en su mayoría venezolanos, cubanos y haitianos. “Todo lo que esto genera en términos de demanda de de servicios, de generación de residuos, de condición de movilidad, es una presión enorme sobre la comunidad”, continuó.
Las autoridades costarricenses explican que la declaratoria de emergencia, que dota al Gobierno de poderes especiales, permitirá dar recursos a las comunidades afectadas, además de garantizar a los migrantes “un tránsito seguro”.
Según datos oficiales, desde principios de año hasta el 23 de septiembre más de 390.000 migrantes habían cruzado la peligrosa selva del Darién, que separa Colombia de Panamá. Se trata de la cifra más alta jamás registrada y que supera con creces las 248.000 personas que la atravesaron en 2022.
El presidente advirtió de que ordenó al Ministerio de Seguridad “que adopte una postura firme contra cualquiera que perciba la bondad de Costa Rica como una manifestación de debilidad”
El flujo a través de Costa Rica, el siguiente país después de Panamá que recorre esta ruta, se ha triplicado en los últimos meses, de 900 migrantes por día en junio a casi 2.700 en agosto.
Al anunciar el estado de emergencia, el presidente costarricense también advirtió de que ordenó al Ministerio de Seguridad “que adopte una postura firme contra cualquiera que perciba la bondad de Costa Rica como una manifestación de debilidad” y que “los procesos de deportación ya comenzaron y están regresando”.
Su Gobierno toma la decisión una semana después de que detuvieran a 25 migrantes en la frontera sur, tras un enfrentamiento con policías que trataban de evitar ventas ambulantes en la zona, lo que generó disturbios y polémica en el país.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU informó el miércoles de un aumento “sin precedentes” del tránsito de migrantes por la región y pidió a los gobiernos de Centroamérica y México que colaboren para hacer frente a las necesidades humanitarias.
Costa Rica vivió un momento de crisis similar en 2015, cuando miles de cubanos quedaron atrapados en su frontera norte, ante la negativa de Nicaragua de dejarles pasar. En aquella ocasión, el Gobierno del entonces presidente Luis Guillermo Solís decidió no extender más visas de tránsito a los cubanos, debido a la negativa de la región de buscar una solución al problema.
Sin embargo, han sido varios los esfuerzos del país centroamericano en estos años para lidiar con el paso de migrantes en su camino por tierra hacia Estados Unidos, como facilitar a cubanos, venezolanos y nicaragüenses la permanencia en ese territorio con una categoría de asilo especial.
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