BioCubaFarma pudo detener cuatro intentos de robo de medicamentos en sus fábricas gracias al sistema de cámaras de circuito de televisión que ha instalado, según reveló
Eduardo Martínez Díaz, presidente del grupo, este martes en televisión. El directivo asistió al programa Mesa Redonda para hacer balance de la –mala– situación de los fármacos, pero lo más interesante que dejó la intervención fue la preocupación de la empresa por el desvío de los productos.
Martínez Díaz dijo que la compañía sufrió un total de 19 intentos de robo en lo que va de año, de los que cinco fueron de medicamentos: uno detectado por la Policía y otro por sus propios sistemas de seguridad, concebidos inicialmente para “controlar la producción” pero que han resultado útiles para que “no haya extracción”.
El presidente de BioCubaFarma dijo que hay más medidas, no concretadas, en marcha para “persuadir” y “llamar a la conciencia”, ya que es consciente de que gran parte de los fármacos que se venden en la Isla son de fabricación nacional. Según su balance, el plan funciona. “La tendencia ha sido a disminuir dentro de nuestras fábricas el robo de medicamentos”, dijo, sin revelar datos de ejercicios anteriores. Además, de sus palabras se deduce que el sistema puede extenderse a farmacias y hospitales.
El presidente de BioCubaFarma dijo que hay más medidas, no concretadas, en marcha para “persuadir” y “llamar a la conciencia”
Por lo demás, Martínez hizo un repaso sobre la corporación que dirige, formada por 46 empresas de las que 33 están en la Isla (31 cubanas y dos mixtas) y 13 en el exterior. La previsión es que en 2024 haya 50, dijo, y especificó que se trabaja en una compañía junto con Turquía y otras dos en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel. También, habrá una en China y otra en Australia próximamente.
El directivo recordó que 116 de las 122 líneas de producción están dentro de la Isla, y que se desarrollan 390 productos y se fabrican 1.000, de los que 795 van para el Sistema Nacional de Salud, un 65% del cuadro básico. Hasta ahí la teoría, porque los cubanos saben que las farmacias están vacías. Por eso, después, comenzaron las justificaciones. Ninguna de ellas novedosa. “Como nuestro pueblo sabe, la situación es muy compleja, ya que existen numerosos medicamentos que están escaseando, tanto los fabricados en Cuba como los importados”, comenzó.
Martínez recordó la fuerte inversión realizada para las vacunas contra el covid-19 en 2021 –de cuyo estatus en la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la aprobación de su uso de emergencia no se ha vuelto a tener noticia–, un hecho que irrita a muchos ciudadanos por cuanto ha supuesto sacrificar la producción de otros medicamentos igual de necesarios o más para su salud.
La falta de materias primas estuvo detrás del 95% de las carencias de fármacos, mientras que el resto se atribuyen a roturas o falta de mantenimiento en las fábricas.
Quizá lo más llamativo se produjo cuando el directivo dijo una frase rara vez escuchada de una fuente oficial en décadas: “Tenemos dinero”, dijo. Pero los problemas en su sector, aseguró, están a la hora de movilizarlo. Mencionó los problemas de los proveedores y de los bancos, sobre todo a la hora de ingresar dinero.
La falta de materias primas estuvo detrás del 95% de las carencias de fármacos, mientras que el resto se atribuyen a roturas o falta de mantenimiento en las fábricas
“A través de la tarjeta de control, atendemos de manera particular 12 productos que impactan directamente a unos cinco millones de cubanos. A pesar de conocer las demandas, muchas veces nuestros ciclos de reaprovisionamiento se rompen debido a problemas de financiamiento.(..) Otras veces, se realiza el pago, pero demora en llegar a nuestros proveedores. Esto nos sucedió recientemente con el enalapril, donde se pagó al proveedor, pero la transferencia demoró más de una semana”, expuso.
El pasado septiembre, concretó, se pudo financiar varios medicamentos que faltaron durante meses. Ahora, ya fabricados, se deberían distribuir, pero ahí está otro problema. “La situación que existe con el combustible también nos afecta, pero se hace un trabajo sistemático para que la afectación sea la menor posible”, dijo.
Martínez abordó también la exportación, a su juicio imprescindible para que entren divisas en el país –algo que trata de evitar el “enemigo”, agregó. “Si no tenemos esos ingresos no podemos adquirir después la materia prima y nuestras fábricas producir y nuestros trabajadores tener ingresos, por esa razón, hay que buscar alternativas permanentes”, afirmó.
Aunque la cartera de exportación es de más de 300 productos, el directivo quiso subrayar que existe la política nacional de no exportar un producto que esté en falta en el sistema de salud. “Eso es inviolable”, zanjó, antes de contar los planes en el exterior, la mayoría mediante acuerdos firmados con países socios, como China o Rusia, entre los más relevantes.
“A pesar de la compleja situación económica que vive el país, la empresa evidencia un aumento en sus inversiones. Ello lo logramos con distintas fuentes de financiamiento, como los créditos internos y externos, la cooperación internacional, los propios ingresos por la venta de nuestros productos y la inversión extranjera”, explicó Martínez, que también especificó que una de las complejidades de su área es la lentitud con que se recupera el dinero invertido.
Pese a ello, el grupo puede jactarse de ser de los pocos que no tuvo pérdidas en ninguna de sus empresas y, además, aspira a repartir beneficios para retener a sus trabajadores
Pese a ello, el grupo puede jactarse de ser de los pocos que no tuvo pérdidas en ninguna de sus empresas y, además, aspira a repartir beneficios para retener a sus trabajadores. “Potenciamos no solo los ingresos personales, sino también la elevación del nivel de vida. Que los que más contribuyan reciban mejores ganancias. Incluso hemos logrado entregarle utilidades a investigadores de universidades o instituciones de salud, pero que han contribuido al desarrollo de productos”, aseguró.
Los ciudadanos, sin embargo, no perciben la aparente buena salud de la biotecnología cubana y siguen teniendo que recurrir al mercado negro constantemente. El pasado 12 de noviembre, una de las cuentas oficialistas que en los últimos tiempos se dedica a la difusión de delitos –menores en su mayoría– cometidos en la Isla, informó de la detención de una vendedora de medicamentos en El Sábalo (Guane, Pinar del Río). En el registro, la Policía le requisó una caja repleta de medicamentos destinados al comercio ilegal. “Que bueno, porque en las farmacias no hay nada eso. Da pena, porque ni pastillas por el Tarjetón”, fue la reacción de uno de los muchos usuarios que pudieron atestiguar la lamentable situación que viven desde hace demasiado tiempo los enfermos.
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