LA HABANA, Cuba. – Con el año finaliza el ultimátum ofrecido por las autoridades a los propietarios que todavía no homologan su moto o ciclomotor eléctrico en las oficinas de Registro de Vehículos (RV). A partir de enero de 2024, quienes circulen sin chapa se exponen a perder su medio de transporte, aunque miles de personas aún no inician el trámite por ineficiencia de las autoridades.
“Le quieren recoger la moto al que no tenga chapa”, explica William Quintero Pupo, frente al RV de Arroyo Naranjo. La información, asevera, no fue confirmada ni desmentida por los funcionarios de dicha oficina. “Dicen que no saben, pero que enero viene duro hasta para la gente de las bicicletas”, precisó.
Consultado por CubaNet, un oficial de la Unidad Provincial de Patrullas que exigió condiciones de anonimato puntualizó que las sanciones previstas empiezan con una multa para los infractores descubiertos por vez primera circulando sin chapa o sin los documentos que acrediten que el vehículo está en trámites para recibirla.
“De incurrir, se retira la licencia de conducción y, por tercera vez, se levanta una denuncia por desacato y se confisca el medio de transporte. Si no tiene licencia para conducir, y ya tiene algún acta de advertencia por ese motivo, se pasa directamente a poner la denuncia y se decomisa la motorina”, argumentó el agente del orden.
Las medidas, describe, son “un apretón de tuerca” para forzar a los dueños de ciclomotores y motos eléctricas a registrar su propiedad. “Al final es por su bien; luego se quejan cuando le roban la moto o la bicicleta, pero, la Policía no puede hacer mucho si ni siquiera tiene cómo identificar los objetos sustraídos”, dijo.
Según define la Ley 109 (Código de Seguridad Vial), los ciclomotores eléctricos son medios con una potencia no superior a los 1.000 watts y una velocidad máxima de hasta 50 km por hora; de ahí en adelante entran en la categoría de motos. Aunque posean pedales no clasifican como bicicletas, grupo que integran los medios donde el motor eléctrico solo funciona de apoyo al pedaleo.
En la Isla circulan más de medio millón de ciclomotores eléctricos, utilizados por muchos cubanos como alternativa de movilidad a la crisis de transporte. Su impacto en la seguridad vial, la traslación no registrada de su tenencia y la incidencia de estos actos en hechos de robos, conllevaron a que las autoridades decidieran implementar medidas de control.
En consecuencia, el proceso de inscripción inició en octubre de 2019. Su conclusión, amén de la pausa forzada por la llegada de la COVID-19 al país, fue prorrogada en tres oportunidades debido a la baja concurrencia de dueños de estos medios a las oficinas de RV. Según la prensa oficial, hasta agosto pasado el plan de homologación apenas marchaba al 28%.
A pocos días de que la fecha tope expire, la bola está en cancha de quienes todavía no presentan el trámite, señalados de morosos. Sin embargo, Orlando Nodarse Quiala denuncia que las autoridades ocultan una serie de deficiencias organizativas que entorpecen la agilización del proceso de inscripciones.
“Lo primero es que venías [al RV] a sacar turno y te mandaban a reservar por teléfono, pero todavía llamas y, cuando no salen fuera de servicio, las líneas dan ocupadas. Te pedían insistir. O sea, te trajinaban, porque sabían que esos teléfonos no funcionaban”, argumentó Nodarse, también a las afueras del RV de Arroyo Naranjo.
Ante esa situación y con el tiempo en contra, Miguel Peraza López es uno de los tantos que decidió personarse en la oficina de RV. Para sorpresa suya, y a pesar de la premura mostrada por las autoridades, se estaban entregando menos de 20 reservaciones diarias para la inscripción de los ciclomotores eléctricos.
Asimismo, los turnos disponibles son para mediados de febrero, aunque a partir de enero no podrá circular sin portar la chapa o los documentos que demuestren que su motorina está en trámites de homologación.
“Clasifiqué porque había mucha gente protestando; no les quedó otra que anotarnos. Los atrasos son culpa de ellos mismos, que son incapaces de organizar bien todo este asunto. La moto es mi salvación, así que veremos qué pasa si no puedo circular en enero hasta que llegue mi turno en febrero. Lo otro es la desinformación, el maltrato que tienen”, comentó Peraza.
Bajo condición de anonimato, una funcionaria del RV de Diez de Octubre explicó a CubaNet que la lentitud en la recepción de las solicitudes de homologación se debe al poco personal disponible en las oficinas para atender la avalancha de personas que, tras las advertencias, decidieron acudir a legalizar su motorina.
Según señala la fuente citada, el ultimátum dado responde a un plan escalonado para la conclusión en 2024 del proceso de inscripción de todos los vehículos, motores y ciclomotores que circulan sin chapa en el país.
“Lo que hicieron fue colapsar las oficinas, lógicamente, porque para sacar todo en tiempo se necesita una serie de recursos que no tenemos. La jefatura lo sabe. Van a tener que darle largo a esto, o la gente se va calentar cuando Tránsito empiece a sofocarlos en enero”, concluyó la funcionaria.
Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.