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China se convirtió hoy en el primer país del mundo en traducir a su idioma la actual Constitución de Cuba, “una poderosa prueba de la amistad especial” entre ambas naciones.
Así lo declaró Zhu Jianhua, director de la Editorial de la Fiscalía Suprema Popular, a cargo de la publicación de la Carta Magna y presentación en la sede diplomática de la mayor de las Antillas aquí.
«En el proceso de traducción y publicación de este libro, sucesivos embajadores y varios diplomáticos de la Embajada de Cuba, así como amigos del ámbito legislativo y judicial cubano, contribuyeron con su sabiduría a la exactitud de la traducción», dijo.
Zhu destacó los aportes de Zhang Tuo, exembajador del gigante asiático en la isla y vicepresidente de la Asociación de Amistad China-América Latina, quien revisó la traducción y presentó cerca de 100 sugerencias.
«La Constitución cubana no sólo aúna la voluntad común y los intereses fundamentales del pueblo cubano, sino que también sirve como un importante documento que encarna el espíritu socialista del Estado de Derecho y el concepto de gobernanza nacional», opinó.
De acuerdo con el titular, el estudio y la difusión del derecho, como encarnación directa de la voluntad nacional y el orden social, desempeñan un papel insustituible en la mejora de la comprensión mutua.
El embajador cubano aquí, Alberto Blanco, repasó elementos de la historia constitucionalista de la nación caribeña desde la primera expresión en Guáimaro, el 10 de abril de 1869, hasta la Carta Magna vigente aprobada en 2019.
«Cuba y China cooperan en todas las esferas, incluido en el plano del derecho, constitucional y parlamentario; al tiempo que coincidimos en objetivos comunes: garantizar la irreversibilidad del socialismo; el liderazgo de nuestros partidos comunistas; el desarrollo sostenible y el bienestar de nuestros pueblos», subrayó.
En declaraciones a Prensa Latina, uno de los principales artífices del proyecto, Pan Deng (Pablo), profesor de la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho de China, dijo que se dedicó a la traducción de esta obra durante cinco años.
«Esta Constitución es un documento que marca un hito en la historia de la revolución socialista cubana, en la historia de la elaboración de constituciones en el mundo y en la historia del movimiento comunista mundial», señaló.
Pan Deng calificó de moderna y necesaria para el contexto histórico contemporáneo este texto y expresó su deseo de que los académicos y otros expertos puedan entender mejor a la isla a partir de la presente traducción.
«Además de cumplir la tarea de introducir a mis compatriotas en el sistema jurídico básico del país, sirve también para transmitirles con precisión lo que nuestro hermano partido político, nuestro hermano país y nuestro hermano pueblo están haciendo en la actualidad, a dónde están tratando de llegar y la vía que conecta su partida y su destino», enfatizó.
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