MIAMI, Estados Unidos. — La prensa oficialista de Pinar del Río denunció este lunes la mala calidad del pan normado que se vende en ese territorio del occidente cubano.
A través de un reportaje, el estatal Periódico Guerrillero expuso las dificultades y deficiencias del trabajo en las panaderías, donde se comercializa un pan que no cumple con los parámetros establecidos.
Los pinareños no solo se quejan de la mala calidad del pan, sino también de los retrasos en su hora de llegada, así como del pésimo estado en que se encuentran muchas de las panaderías.
Según el medio oficialista, el pan que se comercializa en la provincia es de “color pálido, cenizo, seco y huele a ácido”.
“¿Por qué unos días el pan tiene más calidad que otros? ¿Hay que anotarse en una lista? ¿Adónde va a parar el pan restante? ¿Se cumplen todas las normas de higiene para el procesamiento y el expendio del producto?”, cuestionó el rotativo.
Oviamna Martínez Barrera, directora de la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria, dijo al Periódico Guerrillero que en la provincia existen 72 panaderías y que siete de ellas se encuentran sin funcionar debido a los daños sufridos por el paso del huracán Ian.
Del total de panaderías de la provincia, 21 se encuentran en el municipio cabecera, seis de ellas cerradas. Para la funcionaria, se trata de un problema serio por resolver.
“Existen atrasos en el servicio al mostrador debido a la llegada de la levadura y otras materias primas, también influyen las roturas en las calderas de los hornos de algunas panaderías. Hemos tomado alternativas como montar producciones en la Fábrica de Galletas”, dijo Martínez Barrera.
La directiva sostuvo que, a pesar de las dificultades, “la Empresa en cada momento responde y da seguimiento donde existan quejas” ya que “hay un sistema de atención a la población”.
Deficiencias similares a las detectadas con la venta y distribución de pan en Pinar del Río se han reportado en otras provincias del país. Solo en La Habana decenas de panaderías han sido requeridas por no cumplir con el estándar básico de fabricación del producto, cuyo peso no debe ser inferior a los 80 gramos.
