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Bill Teck, uno de los nuestros

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Bill Teck, uno de los nuestros
Bill Teck, uno de los nuestros

MIAMI, Estados Unidos. – En el año 2014, el cineasta y buen amigo Bill Teck tuvo la gentileza de invitarme al estreno en Miami de su documental One Day Since Yesterday: Peter Bogdanovich & the Lost American Film en un teatro de Coral Gables donde, además de disfrutar su habilidad para contar historias claves de la cultura americana, tuve el privilegio de ver al gran y admirado director Bogdanovich, en persona, referir anécdotas maravillosas sobre Alfred Hitchcock y Orson Welles, entre otros temas de su  aventura legendaria en el ámbito del séptimo arte.

En 1996, el estreno del documental ¿Adiós patria?, de Joe Cardona, sobre la Operación Pedro Pan, me llevó al conocimiento de creadores involucrados en la llamada Generación Ñ.

El término había sido acuñado ese mismo año por Bill Teck en una revista homónima, que rápidamente se ganó el favor del hasta entonces inclasificado grupo de jóvenes nacidos en el sur de Florida, de padres cubanos, pero esencialmente americanos en su formación.

Este inesperado encuentro me permitió conocer la fuerza idiosincrática de una quimera llamada cubanidad, porque la conexión con Bill y Joe fue instantánea, sin obstáculos, como si hubieran nacido en Maternidad de Línea y yo en el Hospital Mercy.

Aunque el término en sí se ha disipado durante los dinámicos ciclos de noticias que produce la modernidad de los medios sociales, me consta que desde que fueran dados a conocer, artistas e intelectuales de la Generación Ñ siguieron explorando de manera impenitente los valores de la cultura de sus padres, exiliados de una dictadura, y de la democracia donde vinieron al mundo.

En el recién terminado Festival de Cine de Tribeca, se estrenó un documental dirigido por Bill Teck, Stevie Van Zandt: Disciple, sobre una figura mítica de la música rock, que bien merecía esta exhaustiva inmersión en su vida personal y obra artística.

Stevie Van Zandt y Bill Teck (Foto: Bill Teck – Facebook)

Para mí, la pintoresca figura de Van Zandt, con su bandana y atuendos que recuerdan a los “piratas del Caribe”, solo era la del guitarrista y cantante del grupo E Street Band que acompañó durante años a la mega estrella Bruce Springsteen. Ambos son nativos de Nueva Jersey y comparten una amistad que se remonta a los inicios de sus respectivas carreras musicales.

En dos horas y 27 minutos el documental de Bill, que llevó años de investigación y desvelos de producción, nos hace entender la epopeya de Van Zandt, mas allá de sus sustanciales aportes a clásicos como Born in the USA, entre otros hits de Springsteen.

Hay roqueros que llegan al olimpo del género y se transmutan en clásicos indiscutibles. Están los que mueren paradójicamente a los 27 años y otros que viven de unos pocos éxitos o cometen errores tácticos, irremediables, y aturden las promesas de sus carreras.

Bill Teck trata de reflexionar sobre algunas de estas circunstancias al seguir el camino complejo que traza el protagonista del documental. Lo acompaña en sus triunfos, durante una vida disipada y wild como roquero de pura cepa, cuando experimenta giros dramáticos insospechados, durante la separación de Springsteen, y luego durante su metamorfosis en activista político y actor. 

Bill enfatiza las cruzadas del músico en pro de la libertad y la igualdad en sitios tan dispares como Sudáfrica ―durante el apartheid―, y las poblaciones indígenas de Estados Unidos.

Hace ver cómo el fardo de la militancia por causas sociales específicas puede interferir en la creatividad artística como saben tantos famosos intérpretes que tratan de mantener cierta distancia con el compromiso integral.

Cartel de Stevie Van Zandt: Disciple (Tomado del perfil de Facebook de Bill Teck)

A todas luces, Van Zandt contribuyó con la campaña internacional para liberar a Nelson Mandela, en la cual logró involucrar a figuras estelares del rock en un proyecto musical que dio como resultado la canción protesta Sun City.

Luego de este empeño que no llegó a la popularidad de We Are the World ni a la excelencia del álbum Graceland, de Paul Simon, Van Zandt tuvo la suerte de ser sorprendentemente contratado para desempeñar un personaje clave de la serie Los Sopranos, el consigliere Silvio Dante, experiencia que le abrió un camino de gran popularidad a la actuación.

Con el documental Stevie Van Zandt: Disciple, Bill Teck nos ha hecho partícipes de otro sitio inexplorado del vasto universo rock. Paul McCartney, el propio Springsteen, Eddie Veder y Bono figuran entre las luminarias que ofrecen sus valiosas opiniones.  

No deja de ser un orgullo para la incansable comunidad cubanoamericana que el excelente documental, desde ya parte insoslayable de la cultura de Estados Unidos, haya sido realizado, con esmero conceptual y excelencia estética, por uno de los nuestros. 

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