AREQUIPA, Perú – El presidente Joe Biden tiene previsto para este miércoles la firma de una orden ejecutiva que busca proteger los datos de ciudadanos estadounidenses del espionaje de otros Estados, incluido Cuba.
Una declaración de la Casa Blanca indica que la medida va dirigida contra las denominadas “naciones preocupantes”, designación que incluye a Cuba, China, Rusia, Corea del Norte, Irán y Venezuela.
“Las empresas están recopilando más datos de los estadounidenses que nunca y, a menudo, se venden y revenden legalmente a través de intermediarios de datos. Los corredores de datos comerciales y otras empresas pueden venderlos a países de interés o a entidades controladas por esos países, y pueden caer en manos de servicios de inteligencia extranjeros, ejércitos o empresas controladas por gobiernos extranjeros“, refiere el comunicado.
Al respecto, el texto advierte que la venta de datos de estadounidenses plantea importantes riesgos de privacidad, contrainteligencia, chantaje y otros riesgos de seguridad.
“Los países de interés también pueden acceder a datos personales sensibles de los estadounidenses para recopilar información sobre activistas, académicos, periodistas, disidentes, figuras políticas y miembros de organizaciones no gubernamentales y comunidades marginadas para intimidar a los oponentes de los países de interés, frenar la disidencia y limitar a los estadounidenses su libertad de expresión y otras libertades civiles”, enfatiza.
Un reporte de la agencia EFE también recoge la declaración de varios funcionarios de Washington con relación al tema.
Según las fuentes, la inteligencia estadounidense cree que ciertos países consideran los datos personales de los estadounidenses como un “recurso estratégico” y están accediendo cada vez más a ellos a través de intermediarios.
Uno de los fines de esos Estados es comprender mejor el comportamiento de la población estadounidense y conocer sus hábitos de consumo, para potencialmente usar la información en contra de la Casa Blanca.
Los datos pueden ser robados, resaltaron los funcionarios, para someter a los ciudadanos de EE.UU. a estafas, chantajes y otras violaciones de la privacidad. Asimismo, algunas de las víctimas pueden ser miembros de las Fuerzas Armadas o funcionarios del Gobierno, lo que supone un riesgo aún mayor para Washington.
De acuerdo con la Casa Blanca, la orden ejecutiva prohíbe a las empresas vender esa información a los gobiernos antes citados, vetando así la transferencia de información genómica, datos biométricos, de salud personal, de geolocalización, financieros y otros tipos de datos personales.
Sin embargo, la orden ejecutiva contempla excepciones para empresas multinacionales que necesitan procesar, por ejemplo, nóminas o realizar transacciones financieras que implican varios países, detallaron los funcionarios.
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