MIAMI, Estados Unidos. – En 2023, la situación de la libertad religiosa en Cuba permaneció bajo severas restricciones, en un escenario donde las violaciones fueron “sistemáticas, continuas y flagrantes”, según el informe anual de la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de EE.UU. (USCIRF, por sus siglas en inglés), publicado este miércoles.
El documento recomienda mantener a Cuba en el apartado de países de “especial preocupación” debido a las violaciones de la libertad religiosa denunciadas. Asimismo, describe las acciones represivas del Estado cubano y subraya la necesidad urgente de una atención internacional y medidas concretas como sanciones dirigidas a entidades y funcionarios responsables.
De acuerdo con el informe, la legislación cubana, incluyendo la recientemente aprobada Ley de Comunicación Social, funciona como una herramienta para limitar severamente cualquier expresión religiosa que critique al Gobierno. “La legislación amplía la ya extensa autoridad del Gobierno para perseguir a individuos que expresan libremente sus convicciones religiosas”, explica el informe.
Además, menciona que el actual Código Penal cubano penaliza actos de “desprecio,” “desorden público” y “resistencia”, que pueden ser aplicados arbitrariamente contra líderes y fieles religiosos.
Por su parte, el aparato de seguridad del Estado, compuesto por el Departamento de Seguridad del Estado, la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), juega un papel central en la vigilancia y represión de la actividad religiosa. “Por ejemplo, las autoridades cubanas han regulado e impedido arbitrariamente que los individuos se reúnan pacíficamente en lugares y eventos religiosos”, detalla el documento, que alude a incidentes en los que las madres de presos políticos fueron impedidas de asistir a misas y otros actos de fe.
De acuerdo con el documento, la represión también alcanza a las prácticas religiosas afrocubanas, que son parte integral de la identidad cultural de la Isla. “Las autoridades cubanas hostigan e intimidan cada vez más a los miembros de los grupos religiosos afrocubanos”, indica el texto.
A pesar de las tensiones políticas entre el régimen de Cuba y el Gobierno de Estados Unidos, el informe apunta que funcionarios estadounidenses continuaron abordando preocupaciones sobre la libertad religiosa en foros intergubernamentales. También menciona la recomendación de Estados Unidos durante la Revisión Periódica Universal de Cuba en la ONU, donde Washington instó a La Habana a “cesar la detención arbitraria de personas que buscan ejercer sus derechos humanos y libertades fundamentales, incluidos los actores religiosos”.
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