En un movimiento económico polémico, el gobierno cubano anunció recientemente un incremento en los impuestos para pequeños empresarios y empleados de empresas extranjeras acreditadas en la isla. Esta medida, parte de un extenso paquete de reformas, tiene como objetivo impulsar la recaudación del Estado en medio de desafíos financieros que amenazan la sostenibilidad de su estructura, según Martí Noticias.
Ángel Rodríguez Pita, economista en Cuba, advierte que estas medidas impositivas podrían resultar contraproducentes. En lugar de estimular la economía, se percibe que buscan mantener la burocracia y compensar las pérdidas presupuestarias. Rodríguez Pita destaca que se están recortando gastos públicos sociales, como los subsidios, mientras se mantiene la burocracia gubernamental.
Según el nuevo decreto publicado en la Gaceta Oficial, los cubanos que trabajan en pequeñas empresas privadas, conocidas como Mipymes, enfrentarán un 20% de impuestos sobre ingresos superiores a 30,000 pesos cubanos al mes. Esto afectará a las 9652 Mipymes existentes en la isla, según cifras oficiales.
Omar Everleny Pérez, reconocido economista cubano, argumenta que estas medidas solo contribuirán a la inflación, ya que las Mipymes trasladarán los costos adicionales a los consumidores en un momento de deterioro del poder adquisitivo. La carga fiscal sobre estas empresas incluirá un 35% sobre ganancias, un impuesto del 10% sobre ventas o servicios, un 5% por el uso de la fuerza de trabajo, un 14% para la seguridad social y un 1% para apoyar a gobiernos locales.
Para Yoimel Martínez, un cuentapropista que trabaja en una cafetería en Cienfuegos, las nuevas medidas complicarán aún más la situación económica en Cuba. Aumentos en electricidad, gasolina, y otros servicios ya han afectado su negocio, y los nuevos impuestos podrían llevar al cierre.
La subida impositiva también impacta a trabajadores de empresas extranjeras, quienes deberán entregar un 5% de impuestos sobre ingresos personales y aplicar escalas de tipos impositivos al finalizar el año fiscal. Este aumento afecta a aquellos con salarios superiores, con tasas que llegan hasta el 50%.
El debate sobre las Mipymes llegó incluso al Congreso de Estados Unidos, donde se discutió el papel del gobierno estadounidense ante el sector privado emergente en Cuba. Algunos congresistas señalaron que estas pequeñas empresas podrían ser utilizadas por el régimen para violar el embargo de Estados Unidos, mientras otros defendieron su existencia.
El ex congresista demócrata Joe García considera que aumentar la carga impositiva sobre las Mipymes es un error que obstaculizará su crecimiento. García critica la falta de reconocimiento en el sur de la Florida hacia la existencia de pequeñas y medianas empresas en Cuba y sugiere que, si estas fueran propiedad de allegados al gobierno cubano, ¿por qué estarían imponiéndose más impuestos?
Este aumento de impuestos plantea desafíos significativos para el sector empresarial y los trabajadores en Cuba, generando preocupaciones sobre el impacto en la economía y el bienestar de la población.
