Más de 20 meses de invasión de las tropas rusas a Ucrania han sido suelo fértil para que prolifere en el mundo la desinformación, fundamentalmente, en Internet y las redes sociales, pero en Cuba la tergiversación sobre el conflicto viene directamente desde los medios estatales, coincidieron tres analistas en declaraciones a Martí Noticias.
“Cuba está entre los países que vienen participando de esta construcción de una narrativa prorrusa en América Latina. Creo que, de hecho, Cuba se destaca, sobre todo en una narración pensada de manera simple en el sentido de que los que propagan aquí la manera de entender rusa del conflicto en Ucrania son los medios estatales, la Televisión Cubana que repite, básicamente lo que dice HispanTV de Irán, Rusia Today y Telesur”, indicó Manuel Cuesta Morúa desde La Habana.
Al respecto subrayó que “es de Cuba desde donde han contratado mercenarios en toda América Latina para participar del lado de Rusia en esta contienda y eso no se podría entender solo por el hecho de la propaganda. También se explica porque es una propaganda animada desde el gobierno”.
Recientemente, el Enviado Especial y coordinador del Centro para la Participación Mundial del Departamento de Estado de Estados Unidos, James Rubin, reveló, al periódico argentino Infobae, detalles sobre una campaña de manipulación de medios y periodistas para desgastar el apoyo a Ucrania en la región.
Rubin menciona a varios países de América Latina donde se desarrolla esta operación: Brasil, Bolivia, Argentina, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Venezuela y Uruguay.
“Todos ellos, creemos, son parte de este programa que están diseñando para explotar subrepticiamente la apertura de los medios y del sistema de información de América Latina”, dijo Rubin a Infobae.
Para el activista político, todo esto lleva a resultados completamente opuestos a la Constitución y las propias leyes cubanas: “Esto es exactamente lo que está sucediendo, que alienta y apoya los crímenes de guerra cometidos por la ideología imperialista rusa”.
En una entrevista que concedió al medio estadounidense The Nation durante su viaje a Nueva York, el gobernante Miguel Díaz-Canel aseguró que Cuba no está involucrada en la guerra desatada en Ucrania por la invasión rusa.
“Es realmente asombroso que Díaz-Canel piense que la opinión pública internacional es idiota y que él puede darse el desparpajo de decir una cosa ante sus interlocutores rusos en público, como fue cuando dijo que Cuba estaba apoyando plenamente a Rusia en su agresión a Ucrania y que después, cuando se trata de un periodista de un medio de prensa norteamericano diga que Cuba no participa para nada”, señaló el ex diplomático Juan Antonio Blanco, exiliado en Estados Unidos.
“Para comenzar, las guerras hoy en día son híbridas, tienen varios campos de batalla, no es solamente el campo bélico, sino también está el campo diplomático y el campo de la propaganda. En el campo de la propaganda, Cuba estuvo entre las primeritas en coordinar todas las líneas de desinformación con Moscú y en propagarla por todos los medios de exportación de propaganda que ellos tienen, que se apoyan a su vez en Telesur de Venezuela y en otros medios y se crearon redes de coordinación entre los medios iraníes, venezolanos y cubanos para exportar conjuntamente con los rusos la propaganda en torno a la guerra”, opinó.
Para Blanco, en el terreno diplomático, el régimen cubano ha sido hábil para no aislarse del todo, ha desarrollado un “relativismo moral” asumiendo un discurso pacifista, proclamando que está por el cese al fuego y que todas las partes busquen el diálogo, “lo cual es muy cómodo cuando las bombas le están cayendo arriba a los ucranianos y no condenan los crímenes de lesa humanidad que han cometido los rusos en territorio ucraniano”.
“Pero, adicionalmente, estaba el terreno bélico, donde ya sabemos que comienzan a aparecer las primeras huellas de la presencia militar cubana en el terreno bélico en Ucrania”, añadió Blanco.
Luego de saltar a la palestra pública, el reclutamiento de cubanos para luchar a favor del Kremlin contra Ucrania, el gobierno de la Isla afirmó que había desmantelado una banda de tráfico humano que se dedicaba a estos menesteres.
Pero muchos se preguntaron cómo puede ser que las autoridades ignoraran los grupos de cubanos que viajaban legalmente hasta Rusia y a una estructura que acarreaba la firma de contratos formales.
“Cuba está involucrada hasta el tuétano en esa guerra por puro lacayismo con Rusia, porque todavía yo no veo por ninguna parte los beneficios económicos y financieros que le haya traído esa sumisión en esta época”, aseguró Blanco.
En este sentido, el periodista independiente cienfueguero, Alejandro Tur Valladares, explicó que meses antes de la invasión de Rusia a Ucrania, organizaciones que pertenecen a la comunidad de Inteligencia de código abierto, habían detectado, un esfuerzo coordinado de sitios prorrusos para imponer en millones de seguidores una narrativa conveniente a las necesidades del Kremlin.
“Entre estos grupos se encuentra la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad [REDH], un grupo de izquierda radical que es definido por sus ideólogos como un movimiento de pensamiento y acción antiimperialista y que no solo es una correa de transmisión del gobierno cubano, sino que es una plataforma, un altavoz del Gobierno cubano”, indicó el periodista.
La REDH, creada en 2003 por los mandatarios de Cuba, Fidel Castro, y de Venezuela, Hugo Chávez; ha acusado a Estados Unidos y a la Unión Europea de “exacerbar el conflicto”.
Los medios oficiales cubanos, en perfecta sintonía con el gobierno ruso o la maquinaria de propaganda rusa, clona “la propaganda de los medios rusos”, apuntó Tur Valladares.
Asimismo, “han establecido una política editorial vinculada a los medios rusos, con lo cual lo que hacen es copiar a estos medios aliados, como los de Irán, Venezuela, etcétera y dar una sola versión de los hechos, la que proviene del invasor”.
El ataque a la credibilidad de los medios occidentales, la manipulación de la historia mediante omisiones, mentiras y aserciones dramáticas descontextualizadas, son los recursos que usan “para cargar los mensajes que se emitan de componentes emocionales sin asideros para el pensamiento crítico o racional”.
“Este ha sido el comportamiento sistemático de los medios oficiales cubanos que se han alineado cien por ciento con los intereses y la versión que da el invasor”, precisó el comunicador.