Samantha de la Caridad Hernández García, la niña de cuatro años que había desaparecido desde el pasado lunes en el barrio habanero de La Güinera, fue encontrada este sábado en Marianao. La noticia fue confirmada por el padre de la pequeña, quien se mostró aliviado pero prefirió no ofrecer más detalles sobre las circunstancias de su hallazgo.
“Gracias a Dios, hoy mi mamá la encontró en Marianao. Ya la tiene y la llevó al hospital para que los médicos la examinen”, comentó el padre, residente en Brasil, a Cubanet. El padre, José, expresó su agradecimiento por el desenlace positivo, pero evitó profundizar en los acontecimientos que rodearon la desaparición de su hija.
La desaparición de Samantha había generado gran preocupación en su familia y en la comunidad de La Güinera, en el municipio Arroyo Naranjo. Según relató José a Cubanet el viernes, la última vez que tuvo noticias de su hija y de la madre de la niña, Yunisleydy García, fue el lunes. Desde entonces, tanto él como su familia habían perdido todo contacto con ambas.
José, que actualmente reside en Brasil, explicó que su madre y un hermano acudían regularmente a la casa de la niña para llevarle comida, medicamentos y otros productos necesarios. Sin embargo, durante esa semana no habían logrado establecer comunicación ni confirmar el paradero de Samantha y su madre.
Una de las principales preocupaciones de la familia era la salud de la niña. Según José, su hija padece de impétigo, una infección cutánea que se había extendido por todo su cuerpo, incluido el cuero cabelludo. Yunisleydy García, la madre de Samantha, había expresado su intención de llevar a la niña a la playa, con la esperanza de que el mar ayudara a secar la infección.
No obstante, la familia paterna no pudo confirmar si el viaje a la playa se había realizado ni si ambas estaban a salvo en algún otro lugar. Esta incertidumbre llevó a los familiares a interponer una denuncia ante la policía, pero las autoridades no ofrecieron información relevante durante esos días.
Otro factor que complicó la situación fue la falta de comunicación con Yunisleydy García, quien le había informado al padre de la niña que su celular se había roto, lo que dejó a la familia sin medios para contactarla directamente.
“Las enfermedades empeoran, mi hija corre el riesgo de una enfermedad grave si la infección avanza. Solo me interesa que mi hija aparezca, necesito confirmar que está sana y salva”, había expresado José.
