MIAMI, Estados Unidos. – Luego de 10 años de inactividad en los Cayos de Florida, el faro del arrecife Alligator volvió a encenderse el pasado fin de semana. El fanal tiene 150 años de antigüedad y es considerado un símbolo del área.
Un reporte del medio Local10 informó que las nuevas luces de la estructura están alimentadas por energía solar gracias al esfuerzo de un grupo comunitario de Islamorada. Como parte de la iniciativa, el conjunto planea invertir seis millones de dólares en restaurar y conservar el faro.
Desde el siglo XIX el fanal guió a los barcos a través de los arrecifes de coral de los cayos cuando aún no existían tecnologías de geolocalización como sonares o GPS.
“El faro Alligator se encendió en 1873 y permaneció iluminado hasta aproximadamente 2013, y luego se oscureció durante 10 años”, dijo Rob Dixon, director ejecutivo del proyecto Save Alligator Lighthouse, el cual asumió la titularidad de la estructura a finales de 2021.
“Ahora nuestra Estatua de la Libertad vuelve a estar encendida”, añadió Dixon.
El faro lleva el nombre del USS Alligator, una goleta de la Armada de Estados Unidos que encalló en el arrecife en 1822 y se hundió. Junto a otros cuatro fanales concebidos con el mismo propósito en la zona, las estructuras están siendo eliminadas por la Asociación de Servicios Generales debido a su obsolescencia.
Además de los planes de inversión, un estudio de ingeniería determinó que se necesitarán seis años para salvar el Alligator, pues el faro permaneció abandonado en condiciones corrosivas en los últimos tiempos.
“No hay nadie en esta comunidad que no quiera ayudar a nuestro proyecto”, resaltó Dixon.
Hasta la fecha, la iniciativa comunitaria Save Alligator Lighthouse ha recaudado unos 500.000 dólares. De ese total, 215.000 dólares provienen del Consejo de Desarrollo Turístico del Condado de Monroe.
El faro se encuentra a unas cuatro millas náuticas al este de Indian Key, cerca de Matucumbe Keys. Su estructura de hierro forjado y madera tiene 42 metros de alto y es visible desde Islamorada.
A pesar de la traducción literal de su nombre (Caimán), alrededor del emplazamiento del fanal no habitan reptiles. De hecho, el lugar se conoce por su potencial para el buceo y hacer esnórquel.