MIAMI, Estados Unidos. – Uno de los vicepresidentes del régimen cubano, Salvador Valdés Mesa, admitió el pasado viernes la grave crisis alimentaria que atraviesa el país y la insuficiencia de los salarios para enfrentar el alto costo de vida.
Durante una intervención pública, el dirigente reconoció las dificultades que enfrentan los cubanos para cubrir sus necesidades básicas con los actuales niveles salariales. “Nuestros jubilados con pensiones medias de 1.525 pesos; con eso no se vive. Con un salario medio de 5.000 pesos no se vive. Ni de 6.000 pesos se vive. No se vive… a cómo están los precios”, enfatizó.
En octubre de 2024, Virginia Marlene García Reyes, directora general de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo de Cuba, reconoció en declaraciones al medio estatal Cubadebate que más del 39% de los jubilados y pensionados en el país recibía un monto mínimo de 1.528 pesos, equivalente a unos 4,7 dólares al cambio en el mercado informal (en ese momento).
La funcionaria describió la situación económica de Cuba como “compleja” y, como es costumbre en el discurso oficial, atribuyó gran parte de los problemas al embargo estadounidense. No obstante, insistió en que el Gobierno estaba trabajando para mejorar las condiciones de vida de los jubilados. “Estamos trabajando para que esta situación mejore, aunque las circunstancias actuales no permiten cambios inmediatos”, dijo.
Además, prometió que en el futuro se implementarán “los incrementos necesarios” para apoyar a los sectores más vulnerables.
En el mismo artículo de Cubadebate numerosos internautas cubanos criticaron con dureza el panorama que se vive en el país y particularmente la situación de jubilados y pensionados. “Salarios insuficientes para la inflación que han generado por medidas incapaces, escasez monetaria, insuficiencia de medicamentos… Es muy duro lo que se afronta hoy y así piden confianza”, lamentó el usuario identificado como Jorge.
Por su parte, Staly, que se presentó como jubilado, cuestionó la injusticia del sistema de pensiones: “Mi madre, que trabajó toda su vida y participó en la Revolución, hoy solo recibe 1.528 pesos. ¿No da pena?”.
Otro internauta, Roberto, destacó que “el 95% de las pensiones de entre 1.528 y 1.733 pesos resultan de una fórmula errónea inventada en la Tarea Ordenamiento“.
No obstante, la crítica más contundente provino del usuario Mahidevran, quien expresó que en Cuba “la protección social es inexistente porque las pensiones y ayudas son totalmente inefectivas”. Asimismo, enfatizó que con una pensión de 1.500 pesos no es posible adquirir siquiera una docena de huevos en la actualidad y comentó que las remesas de emigrados cubanos, que muchas veces son la única ayuda para las familias, no son suficientes para cubrir las necesidades básicas.
Por otro lado, en abril de 2024 la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) de Cuba informó que el salario medio estatal en 2023 había sido de 4.648 pesos, aunque el dato no contemplaba la creciente inflación en el país.
De acuerdo con el economista Pedro Monreal, realizando el cálculo del salario a partir de la inflación oficial interanual, el salario medio “real” de 2023 habría sido de 1.435 pesos.
Esa cantidad sería 20% mayor que el salario en 2020, calculado a partir de la inflación oficial (1.194 CUP), pero con los datos de precios de Economist Intelligence Unit (EIU) el sueldo medio de 2023 sería aproximadamente la mitad de ese monto.
De acuerdo con la EIU, el salario medio “real”, teniendo en cuenta sus análisis de datos de precios, solo llega a 645 pesos cubanos, lo que equivalía a 1,72 dólares de acuerdo con el cambio en el mercado informal a finales de abril de 2024.
¿Y el arroz pa’ cuándo?
En otro momento de su intervención, se refirió a la importancia de la producción de arroz como elemento central de la dieta cubana y como una estrategia para reducir la dependencia de importaciones. “El mayor estímulo hoy a sembrar arroz en este país es la alta demanda que tenemos de arroz porque lo comemos por la mañana y por la tarde”, afirmó, destacando que este cereal es el principal componente de la alimentación nacional. “El resto de los alimentos no acompañan el arroz, el arroz no acompaña al resto”, agregó.
El funcionario reconoció que el país destina una parte significativa de sus recursos a la importación de arroz para garantizar la canasta familiar normada, lo que implica un alto costo económico. “En lo que más el país gasta es en las importaciones que hacemos para dar la canasta familiar normal. Entonces esto hay que meterle de verdad con el corazón”, afirmó.
A pesar de señalar que Cuba cuenta con tierra, agua e infraestructura para producir arroz de manera autosuficiente, Valdés Mesa identificó la falta de divisas como el principal obstáculo. “¿Qué nos falta a nosotros? La divisa. Para tener divisa hay que exportar más. El país está en la necesidad de exportar, ir cambiando nuestra cultura de importadores a exportadores”, sostuvo.