LA HABANA, Cuba. — Es posible que entre las ocho medallas olímpicas de deportistas cubanos que fueron adquiridas por el coleccionista estadounidense Raleigh DeGeer Amyx estuviese la que el boxeador Mario Kindelán dedicara a Fidel Castro.
Raleigh DeGeer Amyx fue un historiador que a lo largo de su vida logró adquirir una amplia colección de objetos de valor, entre los que figuran artículos de la Casa Blanca, militares, de la NASA y deportivos. En este último grupo resalta la cosecha olímpica de Amyx, que incluía medallas de oro plata y bronce.
Los ocho metales olímpicos cubanos adquiridos por el historiador fueron obtenidos durante la cita de Sídney 2000, donde la delegación de la Isla obtuvo 11 medallas de oro, 11 de plata y siete de bronce. El historiador nunca precisó el color de las preseas que le vendieron los deportistas cubanos, tampoco los identificó, pero sí tuvo un gesto generoso. “Si querían recuperar su medalla, les garanticé que las conservaría durante al menos una década. Devolví tres de las ocho .Yo era como un buen tipo cual casa de empeño sin intereses”, dijo en su momento.
El famoso colector falleció en 2019, a los 81 años. Nuestro medio obtuvo declaraciones de la experimentada periodista deportiva Karen Rosen, quien conversó con Amyx en 2014 a raíz de un especial realizado para el diario USA Today.
“Creo que la mayoría de las medallas vendidas por los atletas cubanos va a los compradores estadounidenses, quienes luego las revenden en estas subastas a precios mucho más altos”, declaró Rosen a este diario vía WhatsApp mientras se dirigía a casa de familiares para las fiestas navideñas en el este de Estados Unidos.
“Si no fuera por el béisbol cubano, muchos coleccionistas no tendrían ejemplares de las recientes medallas”, agregó la cronista deportiva en referencia al “aporte” de los peloteros cubanos a este mercado de memorabilia olímpica.
El negocio de la venta de medallas
Los deportistas cubanos están vendiendo medallas desde hace varias décadas, pero, silenciosamente, para eludir la “repercusión ideológica” de sus acciones, pues el régimen considera esos premios un “éxito de su sistema socialista” y, sobre todo, por la casi obligada costumbre de dedicar esas preseas a Fidel Castro.
Con las campañas mediáticas de las casas de subasta en los últimos años, el asunto parece tomar ribetes de “escándalo” para numerosos seguidores del deporte en la Isla, porque aquellas “ofrendas patrióticas” de oro, plata y bronce, han ido a parar a RR Auction o eBay, compañía multinacional de comercio electrónico con base en San José, California.
La subasta actual de RR Auction, una casa con sede en Boston, cierra el 18 de enero con más de 400 artículos en concurso, que van desde algunos pertenecientes a los primeros Juegos Olímpicos, celebrados en Atenas en 1896, hasta la medalla de oro obtenida por el boxeador cubano Roniel Iglesias en Londres 2012. Aunque el púgil pinareño ha pasado las últimas dos temporadas peleando por el INDER (Instituto Cubano de Deportes Educación Física y Recreación) en circuitos profesionales, se espera forme parte de la disminuida delegación que debe presentar la Isla en París 2024.
En enero de 2023 ya había subastada por más de 80.000 dólares la medalla de oro obtenida por el propio Roniel Iglesias en Tokio 2020. Para los organizadores, fue un manjar haber tenido en sus manos una medalla dorada tan reciente.
En la muestra de Boston figuran también tres medallas de beisbolistas cubanos cuyos jugadores expropietarios no se identifican. Se venden una presea de oro ganada por los cubanos en el torneo de béisbol de los Juegos Olímpicos Atlanta 1996, y dos medallas de plata, conseguidas en Sídney 2000 y en Pekín 2008.
El resto de metales en concurso en Boston son la plata obtenida por el luchador greco Juan Luis Marén en los 62 kg en Atlanta 1996 y la plata del boxeador Sixto Soria en los 81 kg en Montreal 1976.
En el caso de Marén, ya había sido bronce en Barcelona 1992 y repitió la de plata en Sídney 2000.
De momento, que se sepa, la medalla de Sixto Soria es la más antigua entre las ofertas cubanas en RR Auction. La presea tiene la inscripción “XXIe Olympiade Montreal 1976”, en el reverso el emblema olímpico de Montreal y la corona de laurel del vencedor. El borde inferior está grabado con el nombre “Boxe”.
La presea está acompañada de una breve nota firmada por Soria, quien cayó ante el estadounidense Leon Spinks por RSC en el último asalto del combate, correspondiente a la división semipesada. Spinks, fallecido en febrero de 2021, saltó al profesionalismo después de Montreal 1976 y llegó a derrotar a Muhammad Ali para llevarse la corona mundial de peso pesado en 1978.
CubaNet rastreó el pasado sábado las ventas olímpicas en eBay y encontró que dos medallas de oro, una de voleibol y otra de béisbol, se ofertan por 68.000 dólares cada una (y cobran 1.000 por el envío al mejor postor).
La compañía no identifica a los dueños de las medallas: la del voleibol corresponde a una de las jugadoras campeonas en el torneo de Atlanta 1996 y la del béisbol pertenece a un jugador integrante del equipo Cuba campeón olímpico en Atenas 2004.
En años anteriores se han conocido a través de eBay ventas de medallas de famosos atletas cubanos que, posteriormente, han rechazado hablar del asunto.
El caso Yarelis Barrios
Diferente fue la suerte de la discóbola pinareña Yarelis Barrios subcampeona olímpica en Pekín 2008. A la atleta se le retiró la presea tras haber dado positivo a acetazolamida. Ante esa situación, el Comité Olímpico Internacional (COI) exigió la devolución de la medalla de plata.
Barrios dijo que esa presea había desaparecido de su casa cuando ella no estaba y no podía devolverla. Por esos días, despachos internacionales de prensa daban cuenta que esa presea había sido subastada en eBay por una persona de nacionalidad cubana radicada en Canadá.
En 2022, Barrios decidió abandonar Cuba. Se encuentra desde hace poco más de un año en Kentucky, Estados Unidos.
La conmoción por la venta de medallas olímpicas por parte de los deportistas cubanos alcanzó su clímax cuando medios alternativos comenzaron a hacerse eco de una nota del medio olímpico estadounidense Around the Wings, que en enero de 2021 informaba sobre la subasta de las preseas de oro del tirador Leuris Pupo (Londres 2012) y del saltador de longitud Iván Pedroso (Sídney 2000) y que serían vendidas por más de 70.000 dólares cada una.
Algunos incrédulos, partidarios del régimen, rechazaban en redes sociales la certeza de esos sucesos y llegaron a tildarlos de “acciones provocadoras del enemigo”.
A través de un comunicado, los organizadores de RR Auction aclararon que no preveían ningún problema legal derivado de la venta de las medallas. Hasta la fecha, ni Pupo ni Pedroso han hablado sobre la transacción, tampoco lo han hecho Roniel Iglesias ni otros mencionados en las subastas, con la excepción de Mario Kindelán.
Ni el INDER ni el Comité Olímpico Cubano (COC) se han pronunciado públicamente de los remates de las medallas cubanas, mucho menos la prensa oficialista.
Nota: con el objetivo de obtener más información sobre estos casos, CubaNet ha enviado un cuestionario a los organizadores de la nueva oferta de RR Auction.
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