LA HABANA, Cuba.- El 7 de septiembre de 2003 fue estrenada por el canal Antena 3 la serie española Aquí no hay quien viva, que alcanzaría un éxito insospechado en la península y otros países de habla hispana. Desde el primer capítulo la comunidad de vecinos residente en el edificio de la calle Desengaño, número 21, se robó a la teleaudiencia. La sitcom se convirtió en el programa más visto de Antena 3 gracias a guiones ligeros y personajes muy diversos que protagonizaban toda clase de enredos.
Creada por Alberto y Laura Caballero e Iñaki Ariztimuño, la serie ofreció una caracterización de tipos comunes de la sociedad española: el pringao sin nada que perder (Emilio), la treintañera que no tiene carrera, esposo, ni futuro (Belén), la pija niña de papá (Lucía), los padres de familia con aires de grandeza y dificultades para llegar a fin de mes (los Cuesta), la pareja gay (Mauri y Fernando), el vividor, pensador y metrosexual (Mariano) y las “inofensivas” ancianas que propagan toda clase de chismes, a la vez que intentan sacar provecho de su condición (Concha, Vicenta y Marisa).
Entre todos dan vida a enredos casi surrealistas, donde predominan el humor negro, el absurdo y una manera muy relajada de ironizar sobre los distintos matices de la convivencia vecinal.
La serie, que consta de cinco temporadas y se mantuvo en el aire hasta 2006, cambió la vida de varios de sus protagonistas, abriéndoles las puertas de otros proyectos en el cine y la televisión. Al año siguiente se estrenó la secuela, titulada La que se avecina, con gran parte de aquel elenco que se ganó el cariño del público.
Aunque la televisión cubana nunca transmitió la serie, los insulares se las arreglaron para grabar los capítulos en discos o memorias flash que iban de mano en mano.
Aquí no hay quien viva es considerada una serie de culto y ha continuado registrando un elevado rating de audiencia durante sus reposiciones, incluso entre el público más joven porque sus temas y críticas no envejecen.
