CAMAGÜEY, Cuba. – Usuarios de redes sociales lanzaron una campaña de recaudación de fondos para darle un nuevo hogar a la madre cubana Mileisy Rosales y sus tres hijos, quienes residen en una vivienda en mal estado hace más de dos años en el reparto Juanito, de la ciudad de Camagüey.
La internauta Odelkis Nápoles en su perfil de Facebook mostró las pésimas condiciones en la que se encuentra la casa y apeló a la solidaridad de las personas para ayudar a esta madre camagüeyana y sus hijos.
“Buenos días, familia. Quiero pedir ayuda para esta familia con urgencia. Esta es la casa de Mileisy (…). En estos días de lluvia, la casa ha empeorado más. Los niños están enfermos, incluyendo la madre. Por favor, necesitamos la ayuda de cada uno de mis amigos y al que le toque el corazón con este caso. Estamos recaudando para poder ayudarla un poco. El que pueda, ahí está la tarjeta en la foto”, escribió Nápoles.
Mileisy Rosales vive con sus tres hijos de dos, 11 y 12 años de edad, respectivamente, en una vivienda en peligro de derrumbe. La madera, base principal de la construcción, se ha podrido con el paso del tiempo. La casa está inclinada completamente hacia un costado, por lo que en cualquier momento podría desplomarse.
Rosales es ama de casa y no tiene los recursos para reparar, por lo menos, una parte del inmueble.
Luego de varias denuncias en las plataformas digitales, las autoridades locales fueron hasta su residencia y prometieron solucionar la precaria situación de la familia. Sin embargo, hasta la publicación de esta nota Rosales no había recibido ninguna nueva información.
“Vino Armando López, el intendente del municipio cabecera, junto con la directora de Atención a la Población del Gobierno provincial. Vieron el estado de la casa, quedaron en volver al día siguiente, viernes 27 de octubre, o quizás el lunes 30, para reubicarme en un lugar hasta que se solucionara mi problema. Todavía estoy esperando a Armando”, comentó Mileisy a CubaNet.
Las últimas lluvias han sido nefastas para el hogar: la humedad predomina y es preocupante la estabilidad de las paredes, los ventanales y el techo. La madera, hinchada por el agua, se ha despegado de los débiles cimientos poniendo en peligro la vida de los cuatro habitantes.
“Ante tanta desesperación, lo único que me queda es plantarme con los niños y dormir en el Gobierno municipal o provincial hasta que puedan reubicarme. Prefiero dormir en un parque o una parada de ómnibus que estar aquí dentro”, dijo Rosales.
Por otro lado, Johana Jolá Álvarez, jefa del grupo de ayuda humanitaria Huellas, también se sumó a la recaudación de fondos y habilitó dos cuentas para apoyar a la familia.
Mileisy Rosales lleva más de dos años planteando su situación a todos los organismos encargados de apoyar a los llamados “casos sociales”. En todas las instancias ha explicado el riesgo que representa, principalmente, para la vida de sus hijos pequeños vivir en estas condiciones, pero la respuesta que recibe es “muela”, como ella misma dice.
“Yo estoy viviendo una pesadilla que no le deseo a nadie. Y todos los días voy a seguir para adelante por mis hijos, hasta que se resuelva mi problema”, enfatizó a CubaNet.