Erick Márquez, de 11 años, es un niño paciente de cáncer que vive solo con a su bisabuelo, Alberto Aguiar, de 83 años.
MIAMI.-Mañana jueves, seis de marzo, Erick y su bisabuelo Alberto deben desalojar la casa donde residen en el pueblo de San Luis, Pinar del Río.
Las autoridades les han advertido que no pueden seguir en la casa que el mismo gobierno local les entregó en 2021, y les ofrecen ahora dos opciones: la primera es regresar a donde vivían antes, en medio del campo y sin techo, la otra es aceptar una vivienda en las afueras del pueblo que no tiene las mejores condiciones.
Sandra Aguiar ―hija de Alberto y tía abuela de Erick― confirmó a Cubanet que las autoridades locales de San Luis han dado un ultimátum a la familia y que deben dejar la vivienda, aunque invirtieron en arreglarla.
“Esa casa que quieren dar ahora está lejos del policlínico, que es indispensable para el niño. Está ubicada entre vegas de tabaco. El camino para llegar o salir es de tierra. Cuando llueve es puro fango”, explicó la tía.
Erick Márquez, de 11 años, es un niño paciente de cáncer que vive solo con a su bisabuelo, Alberto Aguiar, de 83 años. La historia de ellos y cómo vivían solos en la comunidad rural Forteza, a las afueras del pueblo de San Luis, Pinar del Río, trascendió en junio de 2021 en CubaNet.
Entonces, ambos residían en una vivienda sin las condiciones indispensables: con un baño a medio hacer, una cocina desahuciada y una fosa en los alrededores que en época de lluvia les inundaba la casa. Sobre sus cabezas apenas se sostenía un techo de fibra con estructura de madera, dañada por el comején. Esa vivienda, hoy más afectada por el tiemplo y un huracán, es una de las opciones que les brindan para vivir.
Tras la repercusión que tuvo la publicación de la historia, las autoridades de Pinar del Río finalmente cumplieron la promesa que durante años habían repetido. Erick Márquez y su bisabuelo Alberto Aguiar recibieron una vivienda en mejores condiciones en el pueblo de San Luis, muy cerca del hospital local.
En noviembre de 2023, poco más de dos años después que la familia se mudara a la nueva casa, la intendente de San Luis le notificó a Aguiar que tenían que él y su bisnieto debían abandonar la vivienda porque tenía otra propietaria.
“Cuando el caso se dio a conocer, ellos tuvieron que correr y buscar una casa rápido para parar el escándalo. Por eso decidieron entregarle a mi papá esa vivienda que durante tres años la usaron como almacén de materiales de construcción”, explicó a CubaNet Sandra Aguiar.
La entrevistada agregó que esa vivienda, damnificada tras un desastre natural, previamente había sido reparada para entregársela a su propietaria. “Ella no la aceptó cuando se la dieron y se mudó a otra casa. Por eso, el Estado utilizó el espacio como almacén y después se lo facilitaron a mi papá”.
Sin embargo, al bisabuelo nunca le entregaron la propiedad del inmueble. De hecho, cuando la solicitaba solo obtenía dilataciones y pretextos.
“La propietaria ha dicho que quiere la casa, después que mi papá invirtió el dinero que le donaron las personas para arreglarla y mejorar las condiciones”, contó la hija del anciano.
“La respuesta del Gobierno local ha sido anunciar el desalojo y darle a papi y a Erick una casa de tablas y techo malo en un reparto fuera del pueblo. Ellos están dispuestos a abandonar la vivienda, pero pedimos una en mejores condiciones y más cerca de los servicios médicos”, concluye Aguiar.
