“No hay dinero”. Las explicaciones de la estatal cubana Antex S.A. (Corporación Antillana Exportadora) ante las quejas de sus médicos desplegados en Angola se resumen en esas tres palabras. Los sanitarios tienen varios reclamos, uno de los principales, que llevan unos cinco meses cobrando el equivalente de 100 dólares en moneda local (unos 82.500 kuanzas), que corresponde al 50% del estipendio acordado por contrato.
Lo que reciben, denuncia Luis Eduardo, uno de estos trabajadores que reserva su verdadero nombre por temor a represalias, “es insuficiente” por la inflación que se vive en el país africano: “Solo un ejemplo, una caja de pollo que antes valía menos de 5.000 kuanzas, ahora vale entre 13.000 y 15.000, y lo que nos pagan es para todas las necesidades, todo está por las nubes”.
Luis Eduardo se dirige a este diario para que se sepan las “irregularidades” que comete la corporación, perteneciente al todopoderoso conglomerado militar Grupo de Administración Empresarial S.A. (Gaesa) y dedicada desde 1989 a la exportación de bienes y servicios exclusivamente en suelo angolano.
La empresa se compromete a dar alojamiento a los “colaboradores”, pero las condiciones son, refiere, “muchas veces precarias”: “En una habitación húmeda meten hasta tres o cuatro colaboradores. Aquello parecen albergues de escuela de campo”.
“Solo un ejemplo, una caja de pollo que antes valía menos de 5.000 kuanzas, ahora vale entre 13.000 y 15.000, y lo que nos pagan es para todas las necesidades, todo está por las nubes”
Otras de las reclamaciones son la falta de vacaciones y la incertidumbre de cuándo habrá vuelos disponibles. “La justificación de no poder ir de vacaciones es que los angolanos no pagan a la empresa”, relata Luis Eduardo.
“Quienes hacemos importantes aportes monetarios a nuestro país, tristemente nos venimos sintiendo disgustados por los métodos de trabajo de los que nos dirigen a todos los niveles”, lamenta este cubano, que especifica que hay “con relación a los vuelos un disgusto enorme”.
No solamente es por los retrasos, prosigue, sino por estar obligados a viajar en vuelos chárter “con capacidad para 300 personas”, con una sola maleta de 23 kilogramos y otra en cabina de 10. Los aviones, refiere la misma fuente, los alquila Cubana de Aviación a una aerolínea rumana que, asegura, no es la que pone las restricciones. “Incluso la tripulación estaba sorprendida de los pocos bultos que llevaban los cubanos”, asevera. “Es un crimen que a los que deben irse definitivamente también le impongan esta reducida cantidad de bultos, después de estar aportando tanto tiempo al país”.
Por el contrario, cuando han viajado con la compañía angoleña Taac les han dejado llevar de dos a tres bultos de 23 kg. “En ocasiones la empresa nuestra ha cobrado al colaborador el tercer bulto, pero otras veces la línea lo ha dado gratis”, especifica.
Luis Eduardo opina que las explicaciones “ofrecidas a destiempo no son creíbles” y recuerda que en su más reciente visita oficial a Angola, el pasado agosto, el mandatario Miguel Díaz-Canel “se comprometió a sacar un volumen importante de menajes de dos o tres años de atraso, cuyos dueños en Cuba se estaban quejando por la despreocupación de la empresa”.
“Quienes hacemos importantes aportes monetarios a nuestro país, tristemente nos venimos sintiendo disgustados por los métodos de trabajo de los que nos dirigen a todos los niveles”
En las redes de Antex, en efecto, pueden leerse las protestas de los más de 200 colaboradores que esperan el traslado de sus enseres de hogar desde que abandonaron la misión, en 2021. Las reclamaciones hicieron que la propia estatal emitiera un comunicado, el pasado 7 de septiembre, en el que se comprometió a cumplir un calendario de envío de los contenedores: cinco en septiembre, cinco en octubre, seis en noviembre y cuatro en diciembre. Ello, explican, tras un nuevo contrato suscrito entre la corporación y Correos de Angola, el pasado 29 de agosto.
“Muy bonita publicación, pero ya a la fecha que estamos el cronograma de salida de los contenedores se está retrasando, pues aún no han salido los planificados para septiembre y así seguimos esperando”, respondió al post de la empresa el usuario identificado como Chocobombon Naranjo.
De los comentarios se desprende claramente que la situación no está resuelta, ya entrados en octubre. Así este de Ksenia Arias Granda: “28 de septiembre y categóricamente podemos afirmar que los contenedores de septiembre no saldrán. Una vez más Correos de Angola hace lo que quiere y la Corporación Antex S.A. (encantada y dispuesta) se deja hacer… y nosotros aguantando más maltratos y faltas de respeto”.
En enero de 2021, Angola anuló un contrato de 77 millones de dólares con Antex por incumplimiento de sus obligaciones. En concreto, con Imbondex Construcciones y Materiales de Construcción S.A., una de sus seis ramas –otras son, por ejemplo, Meditex, de servicios médicos, o Imbondex Turística, dueña de la agencia de viajes Atlántico Azul–, que se había comprometido a construir 283 kilómetros de carreteras, además de 375 metros de puentes, en la provincia de Bengo, que rodea la capital del país, Luanda. Las obras ni siquiera empezaron, y el presidente angolano, João Lourenço, rescindió el contrato mediante decreto.
“Muy bonita publicación, pero ya a la fecha que estamos el cronograma de salida de los contenedores se está retrasando, pues aún no han salido los planificados para septiembre y así seguimos esperando”
Según la información publicada en la prensa local en el momento de la firma del contrato, que fue atribuido sin concurso a la compañía cubana en abril de 2017, el costo previsto de las obras era de 300 millones de dólares. Eran los últimos meses del mandato del presidente José Eduardo dos Santos, que hizo de la cooperación con el Gobierno de la Isla una prioridad y manejó con total opacidad las finanzas angoleñas, como lo reveló una investigación sobre el enriquecimiento de su hija Isabel, considerada como la mujer más rica de África gracias a la corrupción.
Cuba cobró con creces la participación, financiada por la antigua URSS, de sus más de 300.000 soldados en la guerra civil de Angola entre 1975 y 2002. Lo hizo precisamente a través de Antex. En 2015, Cuba tenía más de 4.000 cooperantes desplegados en Angola, gestionados por Antex, entre ellos 1.800 médicos y 1.400 profesores.
Según la prensa portuguesa de la época, el 70% del personal sanitario en ese país era cubano.
La situación cambió con la llegada al poder, en 2017, de João Lourenço. El número de cooperantes cubanos en 2020, por ejemplo, ya se había reducido a la mitad (1.127 maestros y 800 sanitarios), aunque el país africano ha seguido recibiendo misiones médicas estos años.
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