La cantidad y calidad del pan de la bodega lleva meses en el centro de las conversaciones, la prensa oficial y los medios independientes de Cuba. Varias provincias han reconocido en el último año estar produciendo menos o de menor gramaje y se ha anunciado a bombo y platillo cada barco que llegaba cargado de trigo “de Europa” que, pese al tonelaje, apenas daba para unos pocos días.
La razón aportada por las autoridades ha sido siempre la misma: la guerra entre Rusia y Ucrania ha encarecido las importaciones, pero habrá que explicar mejor esta justificación, ya que el precio del trigo ha caído en los mercados internacionales. Según el economista cubano Pedro Monreal “durante 2023, el precio del trigo en el mercado internacional ha tenido una trayectoria oscilante y con marcada tendencia hacia la baja. Lo del problema con el ‘gramaje de la bolita’ debería explicarse de otra manera. No se debe a un aumento del precio internacional del trigo”.
“Lo del problema con el ‘gramaje de la bolita’ debería explicarse de otra manera. No se debe a un aumento del precio internacional del trigo”
El experto respondió así a las palabras de Víctor Díaz Acosta, director de la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria en Sancti Spíritus, que la pasada semana concedió una entrevista al diario oficial de la provincia, Escambray, en la que afirmó que el precio de la materia prima se había triplicado.
“Hoy Cuba compra el trigo para procesar, porque resulta más económico, a pesar de que antes de la covid y de la guerra entre Rusia y Ucrania un barco de este cereal, que da cobertura de harina para unos 12 días de producción nacional, se adquiría por 4 o 5 millones de pesos, mientras que hoy ronda los 13 millones”, afirmó tras hablar del subsidio del Estado al producto.
“Pudiera ser que el precio del trigo se ha triplicado, pero sería una interpretación errónea porque el precio internacional del trigo ha bajado”, afirma Monreal. El economista maneja los datos de la web Business Insider que situaba el precio del cereal en 234,92 dólares por tonelada ese día (8 de diciembre), su nivel más bajo desde el 28 de septiembre de 2020, cuando estaba en 230,50 dólares por tonelada.
“Desde el máximo alcanzado el 7 de marzo de 2022 (446,65 dólares por tonelada), poco después de iniciada la guerra en Ucrania, el precio internacional ha caído un 47,4% hasta hoy”, sigue el experto, que añade que el alza de los precios se mantuvo aproximadamente un año. “No se cuestiona en cuánto se adquiría antes y se adquiere ahora ‘un barco’ de trigo”, subraya Monreal, para quien el Gobierno debería centrarse en dar explicaciones, en todo caso, de los costos de transporte.
Entre las respuestas, hay quien menciona la posibilidad de que se trate de un flete “mal negociado” lo que está llevando los precios al triple que en 2020.
Monreal también sostiene un debate con otro usuario que le reprocha no tener en cuenta el embargo. “Aunque hoy el precio del trigo puede estar en su valor más bajo, el trigo que hoy se consume es con el precio de hace mínimo 3 meses. La única forma de tener trigo con precio de hoy sería comprándolo en EE UU y eso está difícil”, afirma el comentarista, aunque el experto le responde que sí se compró el producto al país vecino. Además, añade, “el precio del trigo en el mercado internacional ha bajado durante todo 2023. La cuestión no es el precio del trigo ‘hoy’, sino que se ido abaratando”.
Su contendiente, identificado como William SC, le replica que no hay divisas para todo lo que necesita comprar Cuba y admite que las justificaciones se acaban cuando Díaz-Canel realiza una de sus giras internacionales. “Justo ahí desaparecen todas las justificaciones. La causa principal de la calidad del pan es una: el mal funcionamiento de la empresa estatal socialista”, zanja.
“Justo ahí desaparecen todas las justificaciones. La causa principal de la calidad del pan es una: el mal funcionamiento de la empresa estatal socialista”
Monreal coincide en ambas cosas. “Eso es lo que dije. Para disponer de divisas hay que exportar y para tener créditos hay que tener rating crediticio. El “saco” de divisas no cae del cielo. Hay que crearlo con una economía competitiva internacionalmente que genere divisas y que ahorre importaciones”, argumenta en lo que a la capacidad de compra respecta, y añade una causa más a la mencionada por el comentarista. “Aparte del funcionamiento empresarial y descapitalización de la industria cubana, existe un elevado déficit de balanza de pagos y alto servicio de deuda externa que reflejan un serio problema de inserción internacional de Cuba. Eso no se resuelve con visitas de ‘alto nivel’.
La última vez que las autoridades se hicieron eco de la llegada de un barco de trigo a la Isla fue en octubre. No se producía un hecho semejante desde julio, según reconocieron ellas mismas. Con esas 23.500 toneladas “procedentes de Europa” con las que se pueden producir 16.000 toneladas de harina, que a su vez, según estimaciones de 14ymedio, alcanzan para 20 días de pan.
Según Víctor Díaz Acosta, la empresa espirituana recibía 42 toneladas al mes en otros tiempos, de las que 28,4 iban al pan normado y el resto a otras elaboraciones, pero actualmente todo tiene que ir al pan. “Esta provincia fue la primera en vender algo que no fuera el pan de la canasta familiar normada en una panadería, pero reiteramos que la Alimentaria no ha renunciado a su principal objeto social: producir el pan de la bodega”, añadió.
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