Ha pasado un mes desde que el primer ministro Manuel Marrero visitó China en una escala previa a Bielorrusia y Rusia, y aún no había trascendido la entrevista exclusiva que le realizó el canal de televisión CGTN, propiedad del Gobierno de Pekín para emisión internacional. El mandatario desvela algunos detalles sobre cómo se prevé captar más turismo chino, algunos tan sencillos como la inclusión de jarras eléctricas para hervir agua en las habitaciones de los hoteles, de manera que los huéspedes del gigante asiático puedan beberla caliente, de acuerdo con su costumbre.
La medida es inducida por la entrevistadora, que conversó con el otrora ministro de Turismo cubano para el programa Leaders Talk, interesada en si tiene previsto el Gobierno cubano adaptarse a gustos como ese. Marrero afirma que, dentro del plan para atraer al mercado chino, es prioritario el idioma, y asegura que hay previsión de incluirlo en la señalética de la Isla. Además, admite entre risas, aunque los cubanos solo conciban beber agua fresca, los termos podrán ayudar a que los viajeros chinos tengan a su disposición otras temperaturas.
Entre las novedades concretadas por el primer ministro cubano está proyectada para el año que viene la llegada de un crucero chino con base en el puerto de La Habana
Entre las novedades concretadas por el primer ministro cubano está proyectada para el año que viene la llegada de un crucero chino con base en el puerto de La Habana que haga giras por todo el Caribe. Además, mencionó la construcción de un hotel “con características chinas” también en la capital, que será “visto simbólicamente como los cimientos de un gran puente comercial que une a ambas naciones”.
La idea no es nueva, sino todo lo contrario. La prensa oficial ya anunció un establecimiento de capital mixto, chino y cubano, en 2010, que debía construirse en la Marina Hemingway y fue valorado entonces en 117 millones de dólares. En 2019, la prensa retomó el asunto, afirmando que el gigante asiático invertía en torno a 700 millones de dólares en “nuevos hoteles de alto nivel”, entre ellos un complejo de golf valorado en 500 millones de dólares.
Nada se ha concretado finalmente y está por ver si ocurre ahora, cuando Cuba pasa por uno de los momentos de mayor depresión para su turismo. Marrero, sin embargo, afirmó en la entrevista en Pekín que el Gobierno “ha decidido” en su Plan de Desarrollo Económico y Social tener como sector estratégico el turismo.
“Y no es por gusto –reclama el primer ministro– Cuba es un país que tiene unas potencialidades que son excepcionales”, dice para desgranar la cantidad de 250 monumentos nacionales, nueve sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, parques nacionales, aeropuertos internacionales, puertos… “Pero, sobre todas las cosas, hay un pueblo que es muy culto y que es muy hospitalario, que recibe a todos los turistas del mundo y hace que se sientan como si estuviera en sus propias casas”, continúa el primer ministro, según el cual, el régimen no está esperando “que las cosas caigan del cielo”.
“Nosotros tenemos varios productos que ya hoy se están comercializando y que son producidos en nuestro país con una calidad diferente”
“No estamos esperando que el bloqueo desaparezca, seguimos echando la pelea y buscando soluciones alternativas con el convencimiento de que vamos a salir de esta situación”, dice, recordando los acuerdos que permitirán incrementar los vuelos entre ambos países.
Más allá del Turismo, del que es experto tras 15 años como ministro del ramo, Marrero agradeció su paso por el país, donde fue invitado a la VI Exposición Internacional de Importaciones de China, celebrada en Shanghai, y visitó el estand con el que Cuba aspira a abrirse al mercado asiático. “Nosotros tenemos varios productos que ya hoy se están comercializando y que son producidos en nuestro país con una calidad diferente”, expuso, citando en lugar destacado el ron, la langosta y otros productos del mar. Aunque posiblemente la mención que más molestia causará entre la población es la del café.
“Estamos haciendo inversiones para incrementar la producción en el país, pero tenemos mucha demanda de café”, afirmó, mientras en las bodegas de la Isla el producto brilla por su ausencia y la calidad es cada día peor.
En la entrevista, Marrero también habla de la importancia que tienen para Cuba las relaciones exteriores
En la entrevista, Marrero también habla de la importancia que tienen para Cuba las relaciones exteriores –momento en que recuerda la Cumbre del G-77 más China celebrada en La Habana este septiembre– y la votación anual contra el embargo, que tiene un “gran significado” para el régimen. “Uno de los objetivos principales del bloqueo y de esa guerra mediática que tiene el Gobierno de Estados Unidos es intentar aislarnos del mundo e intentar crear una matriz de opinión de que Cuba es un país que no funciona, que es un sistema que ya está fracasado”, expone con los argumentos de siempre. “Pero una vez que se presenta una resolución como esta y 187 países levantan la mano por Cuba, se demuestra que no está sola, que así sigue estando presente en el mundo, siendo un ejemplo de resistencia, de lucha, de criterio propio, de principios y de valentía. Y eso es muy reconocido”.
Hubo espacio también, en la casi media hora de entrevista, para los elogios a Xi Jiping, a Fidel Castro –”un gran promotor, cuando creó una empresa para desarrollar todo lo relacionado con la moringa”– y al sistema chino, del que, afirmó, se debe tomar nota para “el propio desarrollo económico y social de nuestro país”.
Marrero se despidió de la presentadora agradeciendo la “visita excepcional, con una experiencia trascendental” que supuso su paso por China, donde además pudo ver el Museo del Partido Comunista. El viaje ha “marcado un antes y un después”, dijo para terminar con una arenga patria. “Muchas gracias a ustedes. Nosotros seguiremos firmes, caminando a paso firme, hasta la victoria siempre”.
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