MIAMI, Estados Unidos. — Harold Gramatges (26 de septiembre de 1918, Santiago de Cuba – 16 de diciembre de 2008, La Habana) fue un destacado compositor, pianista y educador cubano, considerado uno de los principales exponentes de la creación musical en Cuba durante el siglo XX.
Sus estudios musicales comenzaron en Santiago de Cuba, su ciudad natal, en el Conservatorio de Bellas Artes, donde compartió aulas con músicos como Chepín, Choubén, Formental y otros.
Posteriormente, continuó sus estudios de composición con José Ardévol y Amadeo Roldán en La Habana. En los Estados Unidos, se formó en composición con Aaron Copland y dirección de orquesta con Serge Koussevitsky.
A lo largo de su carrera, Gramatges ocupó diversos roles en instituciones musicales como profesor y director, destacándose en la dirección orquestal, la crítica y el ensayo musical.
Fundador y director de la Orquesta Juvenil del Conservatorio Municipal de La Habana (1944-1948), así como subdirector de la Orquesta de Cámara de La Habana (1947-1957), dejó una marca significativa en la escena musical cubana. Además, fue el creador del Grupo de Renovación Musical (1943-1948) y desempeñó el papel de presidente de la Fundación Cultural Nuestro Tiempo (1951-1961).
Harold Gramatges fue embajador de Cuba en Francia (1960-1964) y fundador del Departamento de Música de la Casa de las Américas (1965 – 1970). También destacó como Profesor Emérito y Jefe del Departamento de Composición en el Instituto Superior de Arte de La Habana, así como Presidente de la Asociación de Músicos de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
Gramatges, junto con su esposa, Ena Susana Hartmann, vivió una vida musical rica y plena. Actuó como jurado en varios concursos nacionales e internacionales y participó en festivales musicales importantes desde la década de 1950. Su extenso catálogo de obras abarca música sinfónica, de cámara, coral, para piano, guitarra, canciones, ballet y composiciones para cine y teatro.
A lo largo de su destacada carrera, recibió numerosas condecoraciones honoríficas tanto de Cuba como a nivel internacional. En 1996, fue galardonado con el prestigioso Premio Iberoamericano de la Música Tomás Luis de Victoria, otorgado por el Consejo Iberoamericano de la Música, el Instituto de Cooperación Iberoamericana y la Sociedad General de Autores y Editores de España, con el respaldo de los Reyes de España. Este premio reconoce la contribución excepcional de un compositor a la vida musical de la comunidad iberoamericana a lo largo de su carrera.
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