La tormenta tropical Oscar, que azotó el territorio cubano el pasado domingo, ha dejado tras de sí una estela de devastación.
El paso del fenómeno meteorológico ha provocado la trágica pérdida de seis vidas en el municipio San Antonio del Sur, ubicado en la provincia oriental de Guantánamo, según informó Argenis Perales Pérez, jefe del departamento de Operaciones del Estado Mayor General de la Defensa Civil de Cuba.
Oscar, que alcanzó la categoría 1 en la escala Saffir-Simpson al entrar en Cuba, mantuvo su presencia por más de un día, trayendo consigo vientos huracanados, lluvias torrenciales y fuertes marejadas.
A pesar de haber perdido fuerza, reduciendo la velocidad de sus vientos de 130 a 60 kilómetros por hora durante su trayectoria por la isla, sus efectos se hicieron sentir con crudeza en una región pobre e incomunicada. El fenómeno natural causó daños significativos en infraestructuras públicas, viviendas y el sector agrícola.
El Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet) alertó sobre la continuidad de lluvias «fuertes e intensas» en varias localidades y zonas montañosas del oriente de la isla, incluso después de que Oscar abandonara el suelo cubano el lunes a las 19.20 hora local (23.20 GMT) cerca de Gibara, en el noreste.
Devastación y daños en infraestructuras: el impacto de la tormenta Oscar en las comunidades
Los municipios más afectados han sido Baracoa y Maisí, donde se reportaron 1.083 viviendas con daños parciales o totales en los techos y 51 en estado de derrumbe parcial. Además, se han registrado perjuicios en instalaciones estatales como almacenes, bodegas, farmacias y escuelas, lo que complica aún más la situación de las comunidades afectadas, según datos oficiales.
A la crisis energética que atraviesa Cuba, caracterizada por prolongados y masivos apagones, se suma ahora el impacto de esta tormenta. El presidente cubano anunció en la red social X que tras recibir y aceptar la invitación para participar en la Cumbre de jefes de Estado de los BRICS, en Kazan, decidió permanecer en el país para continuar afrontando “la situación de emergencia electroenergética, agravada por el impacto de Oscar”.
