El Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba decretó, el pasado 25 de enero, la expulsión de Mario Alberto Urquía Carreño, Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, por el robo de 19 000 dólares y por “una conducta punible e intencional que ha producido un cisma masónico”, informó Cubanet tras consultar un comunicado de esa potencia masónica.
El decreto 009/2024, firmado por el Soberano Gran Comendador, José Ramón Viñas Alonso, señala que Urquía Carreño demostró “traición al faltar al juramento y lealtad” a los principios del Supremo Consejo.
El pasado 5 de enero robaron 19 000 dólares de la oficina de la Gran Logia. Inicialmente Urquía Carreño trató de mantener el incidente en secreto, pero se vio obligado a informar a las autoridades por exigencia del Patronato del Asilo Nacional Masónico.
El documento aclara que, ante los cuestionamientos, el Gran Maestro emprendió una campaña de descrédito contra el Supremo Consejo, tergiversando los hechos públicamente e “injuriando” a sus máximas autoridades. Esto motivó que varios funcionarios de la Gran Logia pidieran su renuncia.
Sin embargo, Urquía Carreño respondió enviándolos a juicio y disponiendo que también fuera enjuiciado el Soberano Gran Comendador.
El decreto 009/2024 considera probada “la traición” de Urquía Carreño, quien, con su actuar, habría favorecido sin proponérselo los intereses de la Seguridad del Estado, que busca debilitar al Supremo Consejo y especialmente expulsar a su Soberano Gran Comendador desde las protestas populares de julio del 2021.
La sanción aplicada implica que el Diputado Gran Maestro asuma provisionalmente al frente de la Gran Logia para convocar nuevas elecciones en marzo. El organismo aún no se ha pronunciado sobre si acatará la decisión del Supremo Consejo, que tiene potestad sobre ella a tenor del Tratado de Amistad y Mutuo Reconocimiento vigente entre ambos cuerpos masónicos en la isla.