MADRID, España.- El niño Hugh Dieter Pupo Santana, hijo del preso político cubano Samuel Pupo Martínez, le escribió una conmovedora carta a su padre diciéndolo lo mucho que lo extraña.
“Sueño que llegas a casa y me abrazas y me siento tan feliz, pero despierto y no estás”, le dice a su padre en la misiva Hugh Dieter, quien cumplirá 15 años y lamenta que no podrán celebrarlo juntos.
“Me duele mucho que no estarás para mi cumple 15 en febrero, pero no importa, lo celebraremos cuando salgas y no nos separaremos jamás. Quisiera hablar contigo cosas de hombre como lo hacíamos antes, con mamá no puedo, tengo muchas preguntas”, se lee en la carta, compartida en Facebook por Yuneisy Santana, la madre del menor.
Asimismo, le dice que “cuenta los días para que salga” de la cárcel. “Todos preguntan por tí y dicen que seis meses no es nada. Claro, ellos no han visto lo triste y flaco que estás, ni cómo son tus días en ese infierno de lugar”. (…) Sigo pidiéndole a Dios todas las noches que te cuide mucho y pronto estés en casa conmigo y con mamá”, escribe Hugh Dieter Pupo Santana.
Samuel Pupo fue condenado a tres años de cárcel porque durante las protestas del 11 de julio de 2021 (11J) en Cárdenas se subió a un auto volcado y gritó “¡Abajo el comunismo! ¡Patria y Vida!”, muy cerca de la sede del Partido Municipal.
El reo padece esclerodermia, un mal degenerativo que convierte a su propio sistema inmune en un enemigo. Su cuerpo ataca por error a los tejidos saludables y no existe cura para ello. Hay dos tipos de esclerodermia, una es la localizada, que solo afecta a la piel. La más grave es la esclerosis sistémica, que daña la circulación de la sangre y los órganos, y es la que padece Pupo.
Pese a su estado, la atención médica en la prisión ha sido muy deficiente, según declaró su esposa a CubaNet. Ni siquiera le suministran todos los medicamentos que requiere y no le permiten visitar al médico con la periodicidad que su padecimiento demanda.
Santana ha denunciado públicamente todas las violaciones contra su esposo, lo cual ha tenido un costo: no fue aceptada laboralmente en la escuela donde enseñó por años, debido a que no es “confiable”. Además, la han amenazado con retirarle la custodia del hijo de ambos por “estar afectando el normal desarrollo del menor”.