La cumbre migratoria de México y otros países latinoamericanos concluyó este domingo con una declaración conjunta que rechazó las “medidas coercitivas”, la promesa de respetar el derecho humano a migrar y la petición de más alternativas legales para la migración.
“(Acordamos) exhortar a que los países de origen, tránsito y destino implementen políticas migratorias integrales que respeten el derecho humano a migrar, resguardando la vida y dignidad de las personas migrantes y sus familiares, e incluyendo la promoción de opciones de regularización permanente”, expresó la canciller mexicana, Alicia Bárcena, al leer el pronunciamiento consensuado.
La declaración conjunta, con 14 puntos de acuerdo, la firmaron los jefes de Estado de Colombia, Cuba, Haití, Honduras y Venezuela, el vicepresidente de El Salvador y el viceprimer ministro de Belice, así como ministros de Costa Rica y Panamá, que se reunieron en Palenque con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Aunque en un principio México informó de la asistencia de funcionarios de Guatemala y Ecuador, estos dos países no aparecen entre los firmantes en el comunicado final que el Gobierno compartió después.
Aunque en un principio México informó de la asistencia de funcionarios de Guatemala y Ecuador, estos dos países no aparecen entre los firmantes en el comunicado final
Los gobiernos latinoamericanos argumentaron que “factores externos, como las medidas coercitivas unilaterales de naturaleza indiscriminada, afectan negativamente a poblaciones enteras y en mayor medida a las personas y comunidades más vulnerables”, según el posicionamiento leído por Bárcena.
En este sentido, consensuaron “solicitar a los países de destino la ampliación de las vías regulares, ordenadas y seguras de migración con especial énfasis en la movilidad laboral y promover la reintegración y el retorno de los trabajadores temporales”.
También alegaron que las medidas “selectivas” estimulan la migración irregular, en referencia a las políticas de Estados Unidos que prevén asilo para ciertos solicitantes de países como Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, pero contemplan la deportación inmediata del resto.
“(Concordamos) hacer un llamado a que los países de destino adopten políticas y prácticas migratorias acordes con la realidad actual de nuestra región y abandonen aquellas inconsistentes y selectivas, para evitar producir arbitrariamente tanto efectos llamada como efectos disuasivos, tales como la regularización de ciertas nacionalidades”, indicó Bárcena.
La cumbre migratoria ocurre mientras México y Centroamérica afrontan un flujo migratorio “sin precedentes”, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), con hasta 16.000 migrantes que llegan al día a las fronteras mexicanas, de acuerdo con López Obrador.
El gobernante mexicano convocó la reunión con la promesa de llevarle una postura regional común al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en noviembre.
El Gobierno de México ofreció cooperar con sus programas sociales Sembrando Vida, para campesinos, y Jóvenes Construyendo el Futuro, para trabajo juvenil
Como primer punto, los países acordaron “elaborar un plan de acción”, que tenga como ejes la autosuficiencia alimentaria, la protección del medio ambiente, la seguridad energética, el comercio, la inversión y el combate al crimen organizado.
El Gobierno de México ofreció cooperar con sus programas sociales Sembrando Vida, para campesinos, y Jóvenes Construyendo el Futuro, para trabajo juvenil, así como en gas y energías renovables.
Los gobiernos también prometieron fomentar el comercio, e instar a que se levanten sanciones y “medidas coercitivas” en la región, una referencia a Cuba y Venezuela.
También apoyarán a la república de Haití para “restablecer un entorno de seguridad humana” y la “normalización” del país tras la crisis política, y esfuerzos para replantear la arquitectura financiera internacional de la deuda soberana en Latinoamérica.
Las naciones profundizarán las relaciones de “cooperación sur-sur”, promoverán diálogos bilaterales entre países de origen, tránsito y destino de migrantes, y fortalecerán el trabajo coordinado con los organismos internacionales para atender a personas con necesidades especiales de protección.
Como seguimiento, crearán un “diálogo al más alto nivel” con un nuevo grupo de trabajo a cargo de las cancillerías.Y vincularán estos acuerdos con el encuentro de alto nivel sobre migración y desarrollo de América Latina y el Caribe que propusieron Colombia y México para el primer trimestre de 2024.
De manera adicional, los países coincidieron en favorecer un diálogo entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos.
“La cumbre lo que trae es más de lo mismo, no hay nada más que la corrupción de los países que quieren lucrar con la migración, el dolor y la sangre”
Mientras tanto, migrantes varados en la frontera sur de México quemaron piñatas con las figuras de los presidentes de Cuba, Nicaragua y Venezuela en una protesta contra la cumbre migratoria.
En la manifestación en Tapachula, en el límite de México con Guatemala, cerca de 200 migrantes, en su mayoría de Venezuela, Centroamérica y Haití, incendiaron piñatas del mandatario venezolano Nicolás Maduro, del cubano Miguel Díaz-Canel y del nicaragüense Daniel Ortega.
Los extranjeros, reunidos en el parque Bicentenario, cargaron las tres figuras, las pasearon y escenificaron un juicio público para acusar a los gobernantes de no apoyar a los migrantes.
El director de Pueblos Sin Fronteras, Irineo Mujica, señaló que esta “contra cumbre” es una protesta para denunciar que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no tiene una solución.
“La cumbre lo que trae es más de lo mismo, no hay nada más que la corrupción de los países que quieren lucrar con la migración, el dolor y la sangre”, indicó el reconocido defensor de migrantes.
En la marcha, el migrante venezolano Leonerge Acero dijo no estar de acuerdo con la reunión de López Obrador y Maduro al señalar que las condiciones creadas por el mandatario de Venezuela los obligan a salir del país.”No tienes nada que venir a hacer acá, porque tú no sabes qué es migrar, si por tu culpa estamos acá en este sufrimiento, por tu culpa estamos migrando, no entiendo tu reunión con ese presidente, la verdad”, expresó Acero en referencia a Maduro.
Ysguel Jean, de Haití, participó en esta manifestación para resaltar que salió de su país porque, según su percepción, la mayoría de los políticos son corruptos.
Al igual que otros migrantes, exigió que la cumbre, que concluirá con una propuesta común de la región para que López Obrador la presente a Estados Unidos, resulte en políticas humanitarias y no punitivas. “Nosotros le pedimos al Gobierno de México que nos trate bien, que nos dé papeles”, dijo Jean.
“Muchos venezolanos y haitianos están pasando mucha necesidad, durmiendo en las calles y parques, que (México) ayude y dé un refugio”, concluyó.
Al mismo tiempo, este fin de semana fueron deportados a Cuba por vía aérea 65 migrantes desde México y Bahamas, como parte de los acuerdos migratorios con esos países y según el Ministerio del Interior de la Isla.
De ellos, 37 cubanos (32 hombres y cinco mujeres) llegaron desde México el sábado al Aeropuerto Internacional José Martí, y otros 28 lo hicieron el viernes desde Bahamas, en un vuelo comercial.
“Uno de los migrantes devueltos en la operación del viernes estaba en libertad condicional en el momento de abandonar la Isla, y será puesto a disposición de los tribunales, para la revocación de ese beneficio”, informó un comunicado recogido por la prensa oificial, que recuerda que ya suman 114 las devoluciones realizadas desde distintos países de la región en lo que va de 2023.
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