En medio de la aguda escasez de alimentos que atraviesa Cuba, las autoridades destaparon un multimillonario robo de pollo perpetrado desde el interior de la empresa estatal encargada de comercializar estos productos a la población.
Según dieron a conocer este lunes, la Compañía para la Comercialización de Productos Alimenticios (COPMAR) de La Habana fue objeto del hurto masivo de 1.660 cajas conteniendo unas 130 toneladas de carne de ave, el equivalente al consumo familiar de toda una provincia en un mes.
La fiscal Marta María González reveló que el modus operandi de la organización criminal consistió en sustituir los sellos oficiales del deposito por otros falsificados para sustraer el pollo, que luego era revendido en el mercado negro a 3.800 pesos la caja, casi el doble del salario mínimo mensual en la isla.
Hasta el momento, las pesquisas han permitido arrestar a 30 personas, entre ellos jefes de turno, custodios, tecnólogos y sujetos ajenos a la entidad implicados en esta conspiración delictiva.
En los allanamientos practicados por la policía se decomisaron elevadas sumas de dinero en efectivo, tanto en pesos cubanos como en dólares, así como lujosos electrodomésticos y equipos que los acusados presumiblemente adquirieron con las jugosas ganancias de la reventa ilegal del codiciado alimento.
Los detenidos, 11 de ellos ya tras las rejas, arriesgan hasta 20 años de cárcel por delitos como malversación, cohecho y receptación agravados por la grave situación que atraviesa el país caribeño.
Asimismo, fueron destituidos el director y principales funcionarios de la empresa por negligencia e incumplimiento de sus responsabilidades.
