MÉRIDA, México -. Un total de 130 toneladas de pollo, el equivalente a “la canasta familiar de una provincia mediana”, fueron robadas de la Empresa Comercializadora de Alimentos COPMAR, de La Habana.
Se trató de 1.660 cajas de pollo, que eran vendidas a 3.800 pesos en la calle, de acuerdo con un reporte de la televisión cubana, que cada vez se más eco de estos casos, como forma de desviar a la opinión pública sobre la responsabilidad gubernamental en la crisis alimentaria.
El modus operandi del robo consistió en que trabajadores implicados sustituían “los sellos oficiales de la entidad y transformaban esos sellos por otros que traían de la calle”.
Hasta el momento, la policía identificó a 30 imputados, 11 de ellos bajo prisión cautelar. Entre ellos, se encuentran jefes de turno, tecnólogos, custodios y desocupados ajenos a la empresa.
Las ganancias de los implicados oscilaban entre los 50 y 2500 pesos por caja según el nivel de implicación.
En registros efectuados a los presuntos ladrones se decomisaron artículos como computadoras, aires acondicionados, televisores y neveras, comprados supuestamente con el dinero de la venta del pollo.
También se ocuparon varios millones de pesos y “otras monedas como dólares americanos”.
Los acusados se enfrentan a penas de hasta 20 años de cárcel por los delitos como malversación, cohecho, receptación o incumplimiento de la protección de bienes del Estado.
Las sanciones serán severas por “el momento histórico que estamos viviendo”, advirtió la fiscal Marta María González del Sol, del Departamento de Procesos Penales de La Habana.
La policía no descarta que más personas sea arrestadas próximamente como parte de esta conspiración criminal.
Asimismo, fueron separados de su cargo el director general y los funcionarios directivos de la empresa.
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